
Gustavo Kuerten, el afable y divertido tenista brasileño, es uno de los deportistas más relevantes de su país fuera del mundo del fútbol. Guga, como se le conocía cariñosamente al brasileño, ha sido elegido para recibir una de las más altas condecoraciones honoríficas en el mundo del deporte la introducción en el Hall of Fame (Salón de la Fama). Kuerten fue número 1 del mundo durante 43 semanas y logró conquistar 3 títulos de Roland Garros, cuando se impuso en 1997, 2000 y 2001. La ceremonia en la que se le introducirá en el Salón de la Fama, se celebrará el 14 de Julio de 2012.
Un terrícola adaptado
Normalmente, la mayoría de números 1 del mundo han sido jugadores que han destacado más en pistas rápidas, (donde se juega la mayoría de las pruebas del circuito ATP). Sin embargo, Guga llegó a la cima a través de su juego de fondo adquirido en la tierra batida, superficie favorita por los sudamericanos. Con golpes buenísimos a una mano. Con una derecha contundente y un revés espectacular. Muy vistoso y efectivo. Su principal arma estaba en el fondo de la pista, pero era un buen sacador y cuando el punto no lo podía cerrar atrás lo hacía sin problemas en la red, aunque no era un voleador tal cual, era muy efectivo en la red.
Un gran jugador y además muy carismático y muy querido. El mejor brasileño de la historia y, junto a Vilas, el mejor sudamericano. Ahora, tras varios años de dificultades y sin buenos números en el circuito, y finalmente retirado, el Salón de la Fama ha decidido hacerle un hueco y una apuesta por el simpático jugador brasileño. Se lo merece.
Roland Garros
Casi todos los tenistas tienen como torneo fetiche Wimbledon. Cuando preguntas a un europeo, sin duda, su torneo favorito es el que se disputa en la conocida Catedral del tenis, el All England Club. Sin embargo, para Guga Kuerten no habría dudas en sus preferencias. El torneo preferido siempre fue Roland Garros. Ganó su primer título en una final inolvidable ante Sergi Bruguera, que llegaba como claro favorito, pero que no pudo hacer nada contra los tremendos palos de Guga desde el fondo de la pista. El juego liftado de Sergi Bruguera se encontró con un muro que devolvía las pelotas mucho más rápidas de lo que él podía controlar.
Kuerten fue muy superior y con su llamativo equipaje de Diadora, con los colores de su Brasil natal, con el amarillo canario como claro protagonista, se echó al suelo de la central parisina para vivir su sueño, la conquista de Roland Garros. Fue uno de los cuatro jugadores que han ganado el torneo sin ser cabezas de serie. Junto a él lo hicieron Marcel Bernard en 1946, Mats Wilander 1982 y más tarde Gastón Gaudio en 2004.
Después de su sorprendente victoria ante quien había sido bicampeón en París en 1993 y 1994, Kuerten volvió para quedarse y afianzarse entre una de las leyendas del torneo. Lo hizo en 2000 cuando pudo con Magnus Norman y repitió título en 2001 con su última victoria ante Álex Corretja. Su celebración fue irse a la red e iniciar en el suelo el dibujo de un corazón.
Las lágrimas de Kuerten prendaron en el corazón de los franceses. Siempre ha sido un tenista muy carismático y muy querido por sus rivales y compañeros. Un auténtico ídolo. En la Phillipe Chatrier se le dijo adiós así, ovacionándolo y con todo el público en pie, casi sin dejar que un querido jugador local como Mathieu acabará su trabajo. El "Guga-Guga", inundó de emoción al brasileño.
Sus despedidas en las canchas donde fue más querido fueron un auténtico paño de lágrimas. El espectáculo y el la vistosidad de su juego decía hasta siempre. Ahora, el Salón de la Fama tendrá su recuerdo eterno para él.