El mismo Murray de siempre

Murray sigue jugando un porcentaje muy alto de tiempo sin concentración

Xus Garrido | 4 Jan 2012 | 18.53
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Andy Murray ha cambiado poco en 2012 con respecto al tenista que estábamos acostumbrados a ver en 2011. Un jugador cargado de talento y buenos golpes, que juega muchísimos puntos sin concentración. Después de sus dos primeros partidos oficiales en Brisbane, (Australia), la nueva incorporación a su cuerpo técnico, Ivan Lendl, no ha podido todavía incidir mucho en los aspectos técnicos ni motivacionales del británico, pero, desde luego, si la llegada de Lendl es para copiar sus hábitos de entrenamiento para tratar de obtener los mismos resultados, de momento, la cosa no ha cambiado nada.

De momento en los dos primeros encuentros que ha disputado en Brisbane Murray ha sido incapaz de mantener la concentración en los primeros compases del partido, ha sido endeble con el servicio y sólo ha demostrado que puede estar entre los primeros del mundo en momentos puntuales. Su talento sigue por encima de los jugadores que están en rankings superiores al 20. A estos les gana sin problemas y les remonta partidos que serían complicadísimos en otras circunstancias, pero ante Muller y Kukushkin ha cedido el primer set y ha tenido margen de reacción.

Cabizbajo, parlanchín y protestón, Murray ha dejado ver todas las carencias que le lastran en el circuito. Pérdidas de concentración, golpes fáciles a la red, se deja dominar por cualquier rival y sólo su talento le salva en momentos puntuales del partido. A Kukushkin no le quedaba tenis y a Muller no le quedaba físico. En ocasiones, da la sensación de "dejarse llevar" en los primeros compases de un encuentro para luego reaccionar. Ése no es el camino.

Estamos a principio de temporada y estos primeros encuentros, normalmente, les sirve a los jugadores para ir cogiendo sensaciones, ajustar sus golpes y mejorar su forma física, pero Murray no puede permitirse este tipo de devaneos en torneos de dos semanas al mejor de cinco sets. En el último US Open fue cediendo tanto terreno como los partidos le iban permitiendo, como si no encontrara motivación en ganar un partido de Grand Slam si no es desde la remontada.

De nuevo, vuelve a quedar latente que el problema de Murray no son sus piernas, su preparación, su técnica o su calidad. Es su cabeza. Lendl tiene trabajo por delante.