Seguramente la mejor manera de definir la final masculina del US Open 2011 sea utilizar una expresión que ya ha hecho célebre Henri Leconte en sus labores como comentarista: lo que hemos visto hoy es "tenis de PlayStation".
La versión 2.0 de Djokovic se ha enfrentado a una auténtica máquina llamada Rafa Nadal. El serbio parece un auténtico súper héroe sobre la pista, capaz de arrollar hasta a un auténtico marciano de devolver bolas. Porque Nadal ha perdido pero lo ha hecho como siempre: peleando.
El problema es que antes, a la versión 1.0 de Djokovic, la que vimos en la final del año pasado, se le acaban las fuerzas para mantener la batalla pero ahora parece que los golpes le hacen más fuerte.
Tal y como sucedió en Wimbledon, Djokovic ha vuelto a ser superior a Nadal en sus puntos fuertes. Y no hablamos del resto, de la movilidad o del fondo de la pista, sino de la mentalidad. La manera en que el serbio se ha recuperado de cómo ha perdido el tie break del tercer set, ha sido sensacional. Tanto como la manera en que salvó dos puntos de partido en contra ante Roger Federer en semifinales.
6-2, 6-4, 6-7, 6-1 es un resultado que se queda corto para definir una final espectacular. Falló Rafa con su primer servicio pero fue mejor que el del serbio (66% de acierto por un 68% de Nadal). Tuvo muchos más puntos ganadores Novak Djokovic (55 por 32 de Nadal) pero también muchos más errores no forzados (51 por 37). En definitiva, tenis de fantasía, como el de los videojuegos, para regalar un gran espectáculo con puntos increíbles. No se puede decir que ninguno de los dos fallase -pese a los numerosos puntos de break que ambos tuvieron- sino que Djokovic fue mejor.
Nadal ha luchado como siempre, ha corrido, lo ha dado todo y ha alcanzado un nivel sobre pista rápida al que muchos nunca creyeron que pudiese llegar. No ha podido revalidar su título de US Open pero lo ha podido defender con uñas y dientes; no ha ganado la final pero ha llegado a ella, en un Grand Slam que se decía que nunca podría ganar.
El número uno del mundo se acaba de unir hoy al selecto club al que ya entró a formar parte Nadal en 2010. Tres títulos de Grand Slam en un año. En la Era Open, sólo Jimmy Connors (1974), Mats Wilander (1988), Roger Federer (2004, 2006, 2007), Rafa Nadal (2010) y ahora Novak Djokovic han conseguido ganar tres títulos de Grand Slam en un año.
Djokovic entra además en este club por la puerta grande porque es el mejor jugador de 2011 y punto. Sin matices. 5 Masters 1000, 3 Grand Slams. 68 victorias por 2 derrotas (una por retirada). Para llegar a ese nivel van a tener que sacar un nuevo modelo de PlayStation.