De Bakker no crece

Ha cambiado de entrenador para solucionarlo

Eduardo O. G. | 7 Apr 2011 | 09.50
facebook twitter whatsapp Comentarios
En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.

Algo le pasa a Thiemo De Bakker que le impide cumplir con las expectativas puestas en él. El holandés es joven, tiene en la actualidad 22 años y aún le queda mucho recorrido por delante. Pero no es buena señal que tras irrumpir en el circuito ATP con fuerza en 2010, haya bajado su nivel hasta niveles preocupantes.

Para tratar de reconducir la situación y que De Bakker cambie la tendencia, ha cambiado de entrenador. Va a dejar de trabajar con Huib Troost para ponerse a las órdenes del ex jugador holandés Raemon Sluiter.

De Bakker sio el salto a competir con los mejores en 2009. Ese año ya tuvo algunas buenas actuaciones en torneos ATP como Munich o s-Hertogenbosch, aunque principalmente destacó durante el verano en el territorio challenger. Entre finales de julio y el mes de agosto ganó 4 de los 5 torneos challenger que disputó, lo que le hizo entrar en el top 100.

2010 ya lo comenzó como uno de los 100 mejores jugadores del mundo, y su planificación de la temporada cambió radicalmente. Los challengers quedaron atrás y ya iba a competir únicamente contra los mejores en los mejores torneos.

Entre sus mejores actuaciones cabe destacar el torneo del Conde de Godó, en el que alcanzó las semifinales derrotando a jugadores como Juan Carlos Ferrero y el francés Tsonga. En los Grand Slam en los que participó cumplió de sobra, ganando 2 partidos en Roland Garros, Wimbledon y Open USA. Durante el verano alcanzó las semifinales en otro ATP250, el torneo de New Haven. Su evolución se notó en el ranking, pues llegó a ser el nº41 del mundo, un gran ascenso desde el 96 que era al comenzar 2010.

de bakker

Pero esa progresión que venía experimentando desde 2009 se frenó en seco tras ese Open USA. Hasta final de temporada solo consiguió 2 victorias y encajó 6 derrotas. De Bakker había tenido una larga y dura temporada, además los torneos de fin de año, mayoritariamente en indoor, no eran los que mejor se adaptaban a su juego. Por tanto, esos malos resultados podían tener explicación, él ya había cumplido muy bien durante todo el año, y al llegar a la recta final de temporada se dejó llevar.

Comenzaba 2011 y De Bakker era uno de los nombres que todo aficionado al tenis tenía anotado como jugador que podía terminar de romper en el circuito y ser un top 20 consolidado. Pero nada más lejos de la realidad, pues la tendencia del final de 2010 se mantenía e incluso empeoraba. De todos los partidos que ha jugado el holandés en 2011 solo ha ganado 2, y su juego dista mucho de ser el que mostró en sus mejores partidos de 2010.

A buen seguro que el partido que perdió en el Open de Australia ante Gael Monfils hizo mucho daño en la confianza y autoestima de De Bakker. En ese choque, el tenista holandés tenía una ventaja muy considerable, iba arriba 6-7 2-6 2-5, a un solo juego de la victoria, pero su cabeza se colapsó y acabó perdiendo. Más tarde comentó que había tenido molestias físicas durante el 3er set que le impidieron seguir jugando tan bien como lo había hecho en los 2 primeros. Sin duda que una derrota así queda grabada en la memoria de cualquier jugador.

De Bakker es un jugador delgado y muy alto, mide 1.93 pero se mueve bastante bien sobre la pista. Thiemo es un jugador de carácter ofensivo, tiene un buen saque y le gusta buscar golpes ganadores, especialmente con la derecha.

Donde más cómodo se encuentra es jugando sobre tierra batida, superficie en la que se ha criado. En cambio, sufre cuando las condiciones de juego son muy rápidas, como en los torneos indoor.

Raemon Sluiter, el próximo entrenador de De Bakker, tiene bastante trabajo por hacer. En primer lugar debe devolver la confianza al joven, y una vez conseguido, trabajar en los aspectos más débiles de su juego. Condiciones tiene de sobra, por lo que solo es cuestión de hacer que vean la luz.