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Tamira Paszek comienza a nutrir su currículo. La tenista austriaca se coronó en el WTA de Quebec y así cosechó su segundo título como profesional tras derrotar en la batalla final a la excéntrica Bethanie Mattek-Sands. La consagración de Tamira en el torneo canadiense comprueba que está a tiempo de hacer grandes cosas en el entreverado mundillo del circuito WTA. Sólo le falta consolidarse y demostrar sus condiciones en la pista.
El torneo WTA de Quebec dejó cosas interesantes para el análisis. Y dentro de ellas, la que va escrita en la primera línea es el éxito obtenido por la joven Tamira Paszek tras derrotar a Mattek en dos horas y 47 minutos con parciales de 7-6(6), 2-6 y 7-5. La austriaca fue la revelación del evento canadiense tras sumar victoria tras victoria desde la fase de clasificación.
Con el cetro en mano Tamira Paszek comienza a cimentar un camino que comenzó a construir desde muy pequeña. Su primer éxito había sido en 2006 en Portoroz, tras ganarle a Camerin en la final. Dicho título la convirtió, con sólo 15 años, 9 meses y 18 días, en la séptima jugadora más joven de la historia en ganar un título WTA. Pero desde ahí sólo estuvo en la final de Bali en 2008. Por eso su leyenda comenzaba a derrumbarse. Sin embargo es ahora cuando sus frutos vuelven a nacer y no hay dudas de que aún está a tiempo de hacer grandes cosas y tallar su nombre en lo más alto de la raqueta.
La historia de Tamira Paszek, quien llegó al mundo un 6 de diciembre de 1990 en Dornbirn, Austria, comienza muy prematura. Su romance con la raqueta se inicia desde muy pequeña. Heredó la pasión de su madre Francoise Paszek y a los cuatro años y medio de edad ya estaba en una pista aprendiendo a pegarle a la bola, siempre bajo la atenta mirada de su mamá y rodeada del calor de su familia, que ostenta una variedad cultural interesante; su progenitora es chilena y su padre, Ariff Mohamed, nació en Tanzania pero creció en Kenya y luego vivió en Canadá. Además, sus abuelos paternos son de la India.
Tamira se muestra siempre elegante en la pista y roba los suspiros de la grada masculina. En cuanto a su nivel deportivo se caracteriza por ser un poco irregular. Su mejor ranking lo estableció el 9 de julio de 2007 cuando subió al escalafón número 35. Ese mismo año alcanzó los cuartos de final en Australia y el US Open, pero lamentablemente no se pudo consolidar y su nivel de juego comenzó a decaer. Y así también su ranking (hoy en día está 92 gracias al reciente éxito). Muchos factores influyeron para que ello suceda, la temprana edad, sin dudas, es el principal.
Lo cierto es que en Quebec, Paszek vivió una semana increíble. Se pareció a la de antes y se reconcilió con su mejor tenis. Dejó atrás las dobles faltas y la falta de concentración o regularidad en los partidos. Bien por ella. Esperemos que esta victoria le de confianza y vuelva a mostrar su mejor tenis. Todavía está a tiempo.
¿La otra cara de la moneda? Acabó con el sueño de Bethanie Mattek-Sands de ganar su primer título de manera individual. La estadounidense había confesado tiempo atrás a Marca que su primera vez estaba cerca: "Hmmmm... ¡Tengo un buen presentimiento este año!", pero la austriaca de 19 años, hizo añicos esa frase, al menos, por ahora.
Tras derrotar a la estadounidense y embolsar 37.000 dólares, Tamira Paszek desnudó sus sensaciones: "Es increible", deslizó Paszek. "Estoy muy feliz. Esto es algo que recordaré el resto de mi vida", agregó. Y también recibió el halago de su oponente: "Ha estado jugando muy bien", anunció Mattek-Sands quien valoró todo el gran torneo que hizo la austriaca a pesar de estar lesionada.
Desde aquí también halagamos a Tamira e insistimos en que está a tiempo de escribir su nombre en el mejor sitial del tenis.