Rafael Nadal vive su mejor momento tenístico. Acaba de ganar el US Open y mientras todos debaten sobre si él es el mejor de la historia, el español mantiene la tranquilidad y disfruta del éxito. Con una sonrisa tatuada en su rostro el mallorquín ya aterrizó en Bangkok donde fue recibido como un héroe. Su llegada causó furor y fue agasajado por directivos de la Federación Tailandesa y claro, aclamado, cual mesías, por decenas de admiradores, fans y curiosos.
Rafael Nadal está en Bangkok. Y aunque no es Dios. Tampoco Superman. Y no tiene poderes especiales ni vista de rayos X, dispone de quizás, las mejores condiciones para hacer de la raqueta una varita mágica. Aunque de la sensación de ser uno más, Rafa Nadal está en su plenitud y el mundo entero se rinde a sus pies. Y desde el más humilde aficionado hasta los más especializados medios de comunicación se plantean seriamente si están ante el mejor tenista de todos los tiempos.
El debate seguirá eternamente. Nadie tiene la verdad absoluta, pero los organizadores del Abierto de Tailandia inflan el pecho con su presencia y así le dan la bienvenida al tenista número uno del mundo: "El mejor tenista de la actualidad". "Uno de los mejores deportistas de la historia", describen oficialmente los organizadores del ATP 250 de Bangkok desnudando orgullo y traduciendo en cada letra el honor que resulta la participación de Rafa Nadal.
El reciente monarca del US Open, a pocas horas de estar en Bangkok dejó su huella y revolucionó el aeropuerto Suvarnabhumi. Al pisar el suelo tailandés un gigante operativo de seguridad lo esperaba y el mismo le siguió los pasos mientras recibía las tradicionales guirnaldas de flores que de inmediato adornaron su cuello, disimulando un cansado rostro tras su extenuante periplo desde España. De todos modos, siempre se mostró radiante.
Rafa, quien elude el debate y asegura que no se considera el mejor de todos los tiempos poniendo la humildad como bandera, dividirá su estancia en dicho país entre el placer y el trabajo. Pues, a modo de prólogo, emulará la experiencia que vivió en 2009 y se trasladará a una ciudad ubicada 150 kilómetros al sur del país. Allí lo espera un centro turístico paradisíaco en Hua Hin. Y con la buena compañía de amigos pasará ahí sus últimos días de vacaciones para después sí tomar nuevamente la raqueta. Su estreno en la agitada aventura asiática, en donde competirá en tres torneos, será el jueves 30. Unos días antes también deberá presentarse en distintos actos formales como plantar un árbol en una Universidad. Momentos que son encabezados por la organización del evento asiático, al que entrará directamente en octavos de final.
Así, esta será la primera vez que Nadal participará en el Abierto de Tenis de Tailandia, cita a la que faltó en la edición pasada por culpa de la lesión abdominal que sufrió en el US Open. La presencia del séptimo tenista en completar el Grand Slam le dará entonces un condimento especial y un entorno único a un torneo que además tendrá el honor de albergar el regreso a las pistas de Juan Martín del Potro. Sin dudas los ojos del mundo estarán puestos en Asia. Un año especial.
Una vez concluida la participación de la mejor raqueta del mundo en suelo tailandés, viajará a China para jugar el Masters de Shangai, sitio que también revolucionará con su figura. Pero hay más noticias sobre el mallorquín, ya que a modo de anticipo, Rafa confirmó su presencia en el torneo de Queen's en 2011, evento que resulta la escala perfecta a Wimbledon. De esta forma estará por quinta vez en el campeonato londinense. Y no es para menos: siempre que Nadal ha llegado a la final de Wimbledon, antes pasó por Queen's. "Después del Abierto de Francia, es muy importante para mi sentir el césped lo más rápido posible", argumentó sobre su prematura decisión.
Rafael Nadal en Bangkok: Revolución en Tailandia