Taylor Dent comenzó nuevamente su carrera profesional hace un año tras haber tenido que abandonar en 2006 el circuito profesional por una serie lesión en la espalda que lo llevó a pasar por el quirófano.
Tras su vuelta, logró fluctuar alrededor del puesto 75 del ranking ATP, de la mano de su padre, el ex tenista Phil Dent y su entrenador Tom Gullikson luego de arrancar desde el 865º. Llegó a ser el saque más veloz del circuito, alcanzando los 243 km/h.
Pero sus intereses futuros están muy lejos de los pantalones cortos y muñequeras en sus brazos. Dent piensa a futuro en integrarse a la política de su país y lentamente ya se va preparando para tal hecho. "Cuando me retire me gustaría ser entrenador, pero mi segunda opción es la política", confiesa Dent, declarado "constitucionalista y conservador".
Por lo pronto, optó como libro de cabecera un audio-libro de Ronald Reagan ("es interesante ver cómo evolucionó en sus creencias", indica Dent) y lee además un manual sobre el impuesto justo.
Desde el principio que la política y los deportes no son compatibles pero en Taylor Dent la fuerza que lo hizo retornar a las pistas, le dará la capacidad para sumergirse en el gobierno local de California, la que será seguramente su primera plataforma partidaria.
Taylor Dent piensa en la política