Mancini: Pedro Muñoz II

La actitud del capitán del Equipo Argentino de Tenis, Luli Mancini, no fue todo lo 'deportiva' que se espera tras una derrota, que no fracaso. Responsabilizó a la prensa del ambiente que motivó la caída de su grupo. Se apoyó en la lesión de Del Potro para justificarse. Después de frotarse las manos, de los cambios de pista y casi las celebraciones previas al conocer la ausencia de Rafa Nadal, aseguró que a los españoles les vino muy bien la lesión del Número 1 del Mundo. Además, los tenistas a los que representa protagonizaron durante el fin de semana (según filtraciones, aunque negado por ellos) varios enfrentamientos, hasta acompañó a Acasuso en las últimas increpaciones a varios medios de comunicación. Sus propios compañeros, acusan a David Nalbandian de lograr manipular al capitán de todos. Mancini deja entrever en una entrevista que aconsejó a sus pupilos guardarse para la Davis, pero que no puede obligarles. Todo esto está muy bien, pero ¿por qué sólo elude responsabilidades? ¿por qué no quiso declararse sobre su futuro o una más que justificada dimisión? el perder una final no es sinónimo de trabajo mal hecho, ni razón para abandonar el barco, pero no lograr un ambiente propicio entre sus jugadores es más que suficiente para salir, de momento, con la cabeza bien alta. Creo que tenemos ante nuestros ojos un Pedro Muño II, ya saben , el presidente de la Real Federación Española de Tenis (RFET), al que los más grandes jugadores del país al que representa no respetan, y que se atrevió a salir al centro de la pista en plena celabración, el domingo, a abrazar a Verdasco y desaparecer sin felicitar al resto de campeones. A todos les gustan demasiado las fotos.