La rusa fue una de las mejores juniors, firmó contratos de patrocinio tras ganar la Orange Bowl y acabó odiando el tenis. ¿Qué pasó?
La rusa fue una de las mejores juniors, firmó contratos de patrocinio tras ganar la Orange Bowl y acabó odiando el tenis. ¿Qué pasó?
La rusa fue una de las mejores juniors, firmó contratos de patrocinio tras ganar la Orange Bowl y acabó odiando el tenis. ¿Qué pasó?