El Challenger de Rennes tuvo una final de infarto que hizo las delicias al público asistentes. Andrey Rublev partía como gran favorito pero acabó sucumbiendo ante el bielorruso Uladzimir Ignatik, 192 del ránking ATP. El partido se decidió por mínimos detalles y tuvo un desenlace dramático en el tiebreak del set definitivo, para acabar con un marcador de 6-7 (6) 6-3 7-6 (5). Ignatik entró en el cuadro como lucky looser, y este triunfo supone la mayor hazaña de su carrera, a sus 26 años. El ruso se coloca como 121 del mundo, mientras que Ignatik asciende puestos y se mete en el top-150.