Se nos encoge el corazón cada vez que Andrey Rublev decide golpearse las rodillas con la raqueta. Es un gesto con el que ventila frustración, pero que podría ser muy perjudicial para su cuerpo. ¿Por qué no romper la raqueta directamente? En la entrevista con Championnat, el propio Andrey explica sin tapujos el proceso mental detrás de cada gesto de furia en pista.
"¿Por qué en las rodillas? Hay dos motivos. En primer lugar, por las raquetas. Soy muy selectivo, me es difícil encontrar raquetas que me gusten. Aunque sean las mismas, solo dos o tres de las quince raquetas que tengo me encajarán a la perfección. Por esto me cuesta mucho lanzarlas, porque si las rompo, tendré que buscar durante mucho tiempo una raqueta igual (risas). Y puedo tardar mucho, así que prefiero golpearme en las rodillas y no lanzarlas contra la pista.
En segundo lugar, a veces tengo tanto resentimiento hacia mí mismo que ya no sé qué hacer para darme cuenta de que tengo que despertar. En esos momentos, es una manera de decirme a mí mismo: '¡Despierta! ¡El partido empezó hace media hora!'. Después de los arrebatos de rabia me siento culpable, porque sé que no son necesarios, que no me ayudan para nada... pero en ese momento no sé qué hacer. Esa rabia proviene de la voluntad que tengo por ganar, pero a veces eso lleva a una mala agresividad. Cuando deseas algo muy fuerte y no se te da, es algo que no acaba de encajar en tu cabeza. Las expectativas que tengo sobre mí mismo causan esas emociones, nada más".