Sebastian Korda y una amistad que vale oro

Sebastian Korda cuenta en profundidad su tiempo con André Agassi y Steffi Graf, un absoluto privilegio para cualquier joven del circuito.

Alejandro Arroyo | 4 Feb 2021 | 09.27
facebook twitter whatsapp Comentarios
Sebastian Korda. Foto: Getty
Sebastian Korda. Foto: Getty

Pocos tenistas jóvenes tienen la suerte de aterrizar en el top-100 de la mano de alguien como André Agassi y Steffi Graf. Es lo que le ha pasado a Sebastian Korda, hijo de Petr Korda, campeón del Australian Open 1998. Un vínculo que parece ya inseparable, a tenor del tiempo y el feeling que Sebastian ha tenido conviviendo con dos de los más grandes tenistas de todos los tiempos.

En una entrevista con Tennis Majors, Korda habla, entre otros temas, de cómo ha sido conocer, compartir y disfrutar de André Agassi y Steffi Graf. “Empecé a hablar con Andre. Mi padre pensó que sería algo diferente aprender e intentar hablar con alguien más. Y construimos una relación realmente buena. Hemos estado hablando desde que tuvimos nuestra primera llamada. Luego Agassi nos preguntó a mi papá y a mí si nos gustaría pasar tiempo con él. Pasamos dos semanas con él, Steffi, mi padre y mi preparador físico Mark.

"Aprendí mucho y pasé mucho tiempo en la cancha con ellos. Fue un privilegio y un honor ser recibidos en la familia, cómo ellos nos dieron la bienvenida a nosotros. Y estoy muy agradecido de tener a alguien con él en mi equipo. También jugué con Steffi dos veces y es una atleta increíble. Da miedo lo buena jugadora de tenis que es, todavía se puede ver que tiene ese fuego cuando pisa la cancha. Fue genial verlo y fue un gran privilegio golpear algunas bolas con ella."

Hijo de uno de los grandes talentos de los años 90, no fue, sin embargo, Petr quien cinceló su juego. Su hermana, golfista profesional, fue acompañada por su padre cuando jugaba en el circuito, por lo que Sebastian pasó más tiempo con su madre. “Cuando comencé a jugar al tenis, mi hermana mayor estaba en el circuito de golf profesional. Creo que era su primer o segundo año y mi papá la estaba ayudando y haciendo de caddie para que no estuviera sola en los torneos, para estar cómoda. Así que pasaba mucho tiempo en la cancha con mi mamá porque mi papá se iba por un mes, dos meses a la vez. Así que pasé mucho tiempo con mi madre. Y ella desarrolló mi juego hasta donde está hoy y construyó mi técnica y golpes en torno a cómo veían mi juego. Así que creo que probablemente sea una de las mayores, si no la mayor influencia, en mi juego de hoy".

Llegados al 2021, Sebastian, hoy número 88 del mundo, podía ver el Australian Open como una rampa de lanzamiento. Pero decidió no acudir a Melbourne. “Definitivamente fue duro. Pero no me sentía muy cómodo con todo. Especialmente con los viajes. Acabamos de ver que, especialmente si te subes a un vuelo y alguien da positivo en la prueba, sería una situación difícil, especialmente a principios de año, cuando teníamos un poco más de pretemporada. Tuvimos tres meses en lugar de uno. Y en caso de que algo pasara, estar 14 días en la habitación del hotel... tendría que empezar de nuevo. Y no me sentía realmente cómodo haciendo eso. Simplemente decidimos que era mejor para mí quedarme en los EE. UU. Y luego ir a Europa, porque creo que hay seis o siete Challengers allí seguidos, así que son muchos torneos y muchas oportunidades para mí, para seguir tocando cosas buenas."

Su ídolo, sin embargo, es Rafael Nadal

Allí por tanto no podrá volver a coincidir con su ídolo, un rafa Nadal con el que dejó una de las imágenes de Roland Garros 2020. “Siempre dije desde que era un niño, siempre admiré a Nadal más que a cualquier otro tenista. Y siempre dije que el partido de mis sueños sería jugar contra Rafa en la Chatrier. Que sucediera fue un momento increíble y no quería perder la oportunidad de pedir una camiseta y una firma y solo agradecerle por inspirarme a mí y a tantos otros niños pequeños alrededor del mundo para jugar al tenis. Tengo la camisa colgada en mi habitación. Es un momento que apreciaré para siempre".