Rublev bombardea el saque de Thiem y consigue una gran victoria en Viena

El ruso volvió a evidenciar su gran estado de forma, desplegando un tenis muy agresivo que no dio ni un respeto al número #3 del mundo.

Carlos Navarro | 30 Oct 2020 | 17.43
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Rublev y Thiem se saludan al final del encuentro. Fuente: Getty
Rublev y Thiem se saludan al final del encuentro. Fuente: Getty

El romance que Dominic Thiem desplegaba con la capital de su país fue cortado de forma abrupta por la mejor versión de Andrey Rublev. El tenista ruso propinó a Dom su primera victoria en casa desde el año 2018, tras superarle en un duelo de poder a poder en el que el tie-break del primer set se mostró absolutamente crucial para el desarrollo del encuentro (7-6(5), 6-2). La versión de Rublev, muy eficiente al servicio y extremadamente agresiva al resto, tumbó la muralla de Thiem al servicio. Dominic, incluso, evidenció molestias en su pie derecho en el tramo final del segundo set.

Los 1,000 espectadores presentes en Viena, en otro día de lleno total, auguraban un largo partido en el que dos de los mejores jugadores del circuito uniesen fuerzas. Así comenzó un encuentro en el que tanto Rublev como Thiem no se dejaban ir con sus servicios, siendo realmente eficientes y buscando siempre colocarse en una posición agresiva que les asegurase cerrar los puntos por la vía rápida. A pesar de lo que pueda augurar el marcador, de hecho, fue el austriaco quien obtuvo sus dos primeras bolas de break en el tercer juego del encuentro.

Thiem no pudo aprovecharlas y esta circunstancia pareció darle un extra de mentalidad a Rublev, que desde aquel mismo instante elevaría su porcentaje de primeros servicios y jugaría en el alambre cada vez que tuviese que recurrir al segundo. Su mejora en este aspecto resulta absolutamente capital para explicar su gran nivel este 2020: su porcentaje de puntos con el primer saque fue espectacular (89%, exactamente el mismo que su rival), pero es su desarrollo con el segundo saque lo que le permite mirar de tú a tú a los mejores (en el primer set firmó un nada desdeñable 60%).

Con la sensación de una igualdad absoluta el duelo se movió hacia el tie-break del primer set, una instancia en la que Rublev decidió 'coger el toro por los cuernos' y ser el jugador más agresivo del partido. Dominic parecía jugar no solo ante el ruso, sino también ante los nervios y la falta de inercia positiva tras un Us Open que parece haberle chupado una gran parte de su energía y su explosividad. Rublev respondió mucho más al resto, aseguró sus servicios y se puso set arriba en el marcador.

Si alguien pensaba que el partido estaba lejos de estar terminado, Andrey se encargó de desmentirlo. Ya en el primer juego al resto en el segundo set tuvo opciones con el saque de su rival, y es que Dominic bajó a enorme nivel sus prestaciones al saque. Con muestras de un evidente cansancio físico, el austriaco cedió un break de forma tempranera y empezó a tocarse el pie como señal de que su cuerpo no le dejaría batallar de tú a tú hasta el final.

Rublev ya había volcado la dinámica de los intercambios a su favor gracias a cómo la derecha invertida le reportaba dividendos, y torpedear el saque y el revés de Thiem le seguiría dando beneficios. La bajada en su nivel de un Dominic bastante mermado, prácticamente evidenciando una lesión en su pie derecho, le permitió ni tan siquiera sufrir en sus juegos al servicio e insuflar presión en cada juego al resto. El segundo set, así pues, fue un parcial sin ninguna historia: Andrey exhibió una superioridad manifiesta y lo cerró ante un frío ambiente por 6-2.

El 7-6 y 6-2 final dan fe del tremendo nivel que está mostrando el tenista ruso, que sigue superando cotas y dejando por el camino a jugadores de mejor ranking que él. Ahora toca ver hasta qué punto, también, está Dominic Thiem lesionado: con París y Londres aún en el calendario, las posibilidades de arriesgar tras un 2020 brutal a nivel físico y mental quedan muy mermadas. Mientras tanto, Rublev se medirá a Anderson en búsqueda de una nueva final en un ATP 500 en un año en el que está mostrando que pertenece a la más absoluta élite del tenis mundial.