Aliassime destroza a Murray con una ilusionante actuación

El tenista canadiense firmó 52 winners en tres sets para apear a Murray de Nueva York, mostrando una versión agresiva y un nivel al saque espectacular.

Carlos Navarro | 4 Sep 2020 | 05.41
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Felix Auger-Aliassime, durante su partido ante Murray. Fuente: Getty
Felix Auger-Aliassime, durante su partido ante Murray. Fuente: Getty

Felix Auger-Aliassime completó una de sus mejores actuaciones en su corta trayectoria como profesional, dejando en el camino a un Murray lejos de su mejor nivel (6-2, 6-3, 6-4). Todo en el juego del canadiense hizo click, dejando unas estadísticas arrolladoras al saque en el que fue su primer partido en la Arthur Ashe.

El duelo comenzó con un Aliassime tremendamente concentrado, conocedor de la tarea que se le venía encima. Su saque empezó a producir auténticos cohetes, mientras que el de Murray fallaba. La escasa velocidad de sus segundos era aprovechada por la derecha de Felix, que se montaba en la bola con una facilidad pasmosa y tomaba la iniciativa.

Así cayó el primer break del duelo en favor del canadiense. En ningún momento hubo visos de que Murray pudiese revertir la tendencia: siempre estaba en movimiento buscando los envíos de la derecha de Aliassime. La táctica estaba siendo ganadora: invertirse buscando la derecha cruzada y luego cerrar con la paralela. Sobre la Arthur Ashe simplemente se mostraban dos realidades diferentes: la agilidad y el eléctrico movimiento de pies de Auger, y la dificultad en el desplazamiento lateral del británico.

Las estadísticas del primer set (6-2) no dan lugar a equívocos. Felix cuajó uno de sus mejores parciales de toda su carrera: 93% de puntos ganados con el primer saque, 8 aces y 18 winners. Toda una muestra de agresividad y de su éxito a la hora de mantener en liza su patrón de juego: invertirse con el drive a la primera oportunidad, ser agresivo desde el primer golpe (sobre todo al resto) y mantener los puntos cortos y simples.

Estaba claro que Murray necesitaba hacer algo distinto. En primer lugar, elevar su nivel al servicio: estar por debajo del 50% significaba ir a remolque durante casi todos los rallies. Y lo hizo: elevó su porcentaje de primeros saques al 71%, pero fue incapaz de morder al resto. Solo en una ocasión se acercó al 30-30, manejada con temple y entereza por el canadiense. Felix, claro, vio que mantenía su saque con comodidad y que un pequeño bajón de energía de Murray era el momento de hacer sangre.

Así lo hizo en el octavo juego del segundo set, un clínic de tenis ofensivo sin experimentar ninguna de sus características lagunas mentales. Lo cierto es que la actuación de Aliassime, llegados a este punto, estaba siendo fabulosa, pero también servía para constatar otra realidad: Murray está aún muy lejos de mostrar un juego de pies remotamente similar al de hace unos años. Sin fuerza ni ganas de variar el juego y cortar el ritmo del partido (sorprende el poco uso que le dio Andy a las dejadas, contrapiés y similares), Felix se encontraba cómodo y así lo demostró: con un solo break le bastó para cerrar el segundo set (6-3).

Si algo estaba claro, de igual modo, es que Murray no abandonaría Flushing Meadows sin dar el do de pecho. Así lo empezó a mostrar, salvando un 0-30 tempranero en el tercer set. Sabedor de que necesitaba un milagro para avanzar a segunda ronda, todo lo que el de Dunblane podía desear era un pequeño bajón en la intensidad de su rival. Una pequeña rendija por la que colarse. En el cuarto juego, parecía que la oportunidad podía llegar tras una doble falta. 15-30, la oportunidad para reengancharse… y Felix clavó dos aces y un primer saque fortísimo al cuerpo para solventar la situación.

Murray no pudo alargar más la agonía, y con un revés cruzado a la red le entregaba a Felix el primer break del tercer parcial. Murray pedía auxilio, ahogado ante el tenis afilado de un canadiense que seguía mostrando su mejor nivel. Su tercer set fue de tenista consolidado, mostrando el mismo tenis agresivo en el momento de la verdad y cerrando el duelo con contundencia.

Poco puede reprocharse a sí mismo el escocés acerca de su periplo en este Us Open 2020. Su forma física está muy lejos de aguantar dos semanas a cinco sets, su movilidad lateral está a niveles bastante bajos, pero su corazón, espíritu de lucha y su saber hacer en momentos importantes aún le hacen ser competitivo ante buena parte del circuito. Sin embargo, la versión de Felix Auger-Aliassime contra la que se encontró fue la de un tenista de nivel top-10.

Abrumador al servicio (24 aces), agresivo y punzante con el drive (17 golpes ganadores por ese lado) y sin ninguno de sus característicos bajones mentales. Este Felix es el que ha encandilado al mundo de la raqueta, el que tantos etiquetan como futuro ganador de Grand Slams. Si necesitaba una victoria de enjundia en un buen escenario para creerse que pertenece a la élite, esta actuación debe servirle por descontado. El canadiense ya está en la tercera ronda, igualando su mejor actuación histórica en un Grand Slam… y ya es momento de exigir y soñar con cotas mayores. En su raqueta está.