Stefano Vukov, el amante de la táctica que guía los pasos de Rybakina

Descubrimos un poco más al técnico de una de las revelaciones del circuito femenino: Elena Rybakina. La pieza clave que explica la explosión de la kazaja.

Fernando Murciego | 11 Apr 2020 | 19.50
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Elena Rybakina, una de las revelaciones del circuito WTA. Fuente: Getty
Elena Rybakina, una de las revelaciones del circuito WTA. Fuente: Getty

El parón del circuito nos ha impedido seguir la evolución de ciertos tenistas que nos habían llamado mucho la atención en este inicio de 2020. Una de las más claras era Elena Rybakina, presente en cuatro finales de seis torneos disputados. Pero la kazaja no ha dado ese salto de calidad en solitario, está acompañado de un equipo de trabajo más que cualificado y liderado por Stefano Vukov, su mano derecha diaria. En un reportaje para la página web de la WTA, el técnico explica cómo empezaron a colaborar juntos y cuál está siendo la clave de su éxito.

Eso sí, sería injusto no repasar los pasos de Vukov hasta llegar a la élite. “En su momento jugué el circuito de los Futures y algún Challenger, tuve mis puntos ATP, pero mi familia nunca apoyó demasiado el tenis. Les gustaba el tenis, sí, pero la educación era lo principal. Mi madre es dentista y mi padre ingeniero de software; en cuanto a mí, estaba enamorado del juego. Una vez graduado en la universidad decidí acercarme de nuevo al tenis, pero no sentía que tuviera eso dentro de mí, me faltaba ese empuje para recorrer el camino como jugador”, recuerda con algo de melancolía sobre aquella etapa inicial.

“Como no estaba preparado para competir, comencé a entrenar”, revela Vukov, hoy orgulloso de aquel paso. “Empecé a trabajar con jóvenes, me abrí camino con un par de juniors y luego empecé a llevar un grupo de chicas clasificadas dentro de las 800 mejores a nivel de Futures, así fueron llegando los primeros títulos. Por ejemplo, trabajé con Sascha Vickery, Renata Zarazúa o Anhelina Kalenina. Recuerdo mucho a Sofia Kenin cuando era joven, venía también a nuestra Academia en Florida. También a Cori Gauff cuando tenía diez años, la vi bastante. Me centré en el tenis femenino, jamás se me ocurrió trabajar con hombres, aunque quizá algún día lo intente”, asegura el joven técnico.

Todo ese camino estaba claro que algún día le iba regalar un proyecto ambicioso, pero hacía falta estar preparado. “Me llegó la oportunidad de trabajar con Elena justo en el momento que me veía capaz de construir un jugador desde cero, desde abajo”, señala el croata. “Mi filosofía es la del trabajo duro, trabajar de manera inteligente, adaptarme siempre al jugador, no solo hacer que él se adapte a ti. Es necesaria la confianza para admitir que solo no podrá llegar arriba, que necesita un equipo alrededor, para ello hay que cuidar todas las áreas. Es cierto que estamos en un deporte individual, pero el trabajo en equipo es clave, sobre todo fuera de la cancha. Ahora el tenis femenino está creciendo, está cogiendo cosas del masculino, cada vez vamos viendo más jugadoras subiendo a la red o realizando golpes distintos”, afirma desde la grada.

Con Rybakina los resultados no han podido llegar más rápido. Hace un año y medio estaba fuera de loas 150 mejores; hoy forma parte del top20. “Cada jugador es diferente, no a todos se les puede presionar con la misma intensidad, tienes que saber cuándo provocarlo. En mi caso, conozco muy bien cómo enfadar a Elena para que saque lo mejor que tiene, eso es algo que me traído mucho éxito. A veces la gente me dice que bajo muchas veces a pista para hablar con ella, es porque sé cómo despertarla. En según qué momentos del partido, es vital saber qué botones tienes que tocar”, aclara el de 32 años.

Esta es la vida actual de Stefano Vukov, una salida que encontró tras la universidad y de la que ya no se puede despegar. “Me encanta la competición, me encanta ver a mi jugadora desde la grada, tratar de ayudarle lo máximo posible. Soy muy analista, trato de aprender de otros jugadores, busco sus debilidades para entender qué está pasando y luego lo uso a nuestro favor. Me encanta la táctica. Hoy en día es extremadamente importante contar con un plan de juego establecido, sin importar contra quién juegues”, confiesa acerca de su modus operandi. “Amo este deporte, amo este trabajo, toda esa pasión es la que me ha llevado al lugar que estoy ahora”.