Ha sido una de las imágenes negativas del día. Fruto de la desesperación y los nervios, Stefanos Tsitsipas destrozaba su raqueta contra el banquillo, llegando a dar con ella a su padre Apostolos. El griego, en sala de prensa, reconoció su error y pidió disculpas por lo sucedido: "Tengo que pedir disculpas por lo que hice, no fue malintencionado, obviamente no quería hacer daño a mi padre. Quizás me quede tres días encerrado en mi habitación (risas)".
Tsitsipas: "No fue malintencionado, no quería hacer daño a mi padre"