Se va acercando la fecha y la nueva y revolucionaria Copa Davis empieza a andar. Las entradas van vendiéndose poco a poco, últimos nombres como el de Novak Djokovic deciden dar el sí a la competición y la expectación mediática aumenta de cara a un compromiso que quiere volver a dar el glamour a una de las competiciones de mayor solera y prestigio del mundo del tenis.
Gerard Piqué, la cara visible del nuevo proyecto, se encuentra como pez en el agua a la hora de hablar con los medios de su 'nuevo bebé'. El futbolista del Barcelona se encuentra en Nueva York y no se está perdiendo ni un momento de acción en Flushing Meadows, pero sobre todo está aprovechando para publicitar, negociar y explicar todo lo relacionado con respecto a la Copa Davis. Así, el catalán habló con diversos medios en unas declaraciones recogidas por El País en las que desgrana más entresijos de la competición.
"Estamos muy emocionados. Desde que se anunció la aprobación del nuevo formato ha sido un curso duro pero a la vez apasionante, con muchas cosas en las que trabajar para intentar convencer a todo el mundo de que el nuevo sistema es muy importante para el futuro de la competición. Ahora estamos donde queríamos cuando empezamos", desvela un Piqué especialmente ilusionado ante el proyecto. Parece cierto que durante los últimos meses las voces reticentes y críticas con su revolución se han acallado poco a poco, aceptando que el cambio de formato es totalmente irreversible. Y el propio Piqué tiene sus miras puestas en el futuro, especialmente en lo que se refiere a la localización de las Finales:
"Queremos una competición global, que sea itinerante. La idea es que después de los dos años en Madrid tal vez vayamos a Asia o a América". El presente más inmediato, de todos modos, se reduce a lo que ocurrirá en noviembre en Madrid, misma residencia que el Masters 1000 presidido por un Ion Tiriac especialmente escéptico con la nueva competición: "No quiero entrar en ninguna discusión con él. Obviamente yo entiendo que él tiene un torneo en Madrid y que la Copa Davis es una especie de competidor en términos de Gobierno y Ayuntamiento... ya veremos qué ocurre en noviembre".
Si bien la presencia de Ion Tiriac es bastante dudosa, una mucho más importante se confirmó en los últimos días: la de Novak Djokovic. Esto es algo que se concibe como una gran victoria para Piqué. "Los mejores tenistas estarán en la Caja Mágica, excepto Roger Federer, con el que estamos hablando para intentar que participe en la edición del 2020. Sé lo que significa la Copa Davis y sabemos la responsabilidad que tenemos en nuestras manos para hacer las cosas bien, por eso contamos con todas las partes involucradas. Queríamos que la gente entendiera que la competición es para el tenis y para los tenistas. Lo que yo deseaba cuando entré en este mundo era tratar de ayudar a mejorarla, usando mi conocimiento sobre el deporte y la empresa, y que una competición como la Davis volviera a ser una de las más importantes. Hablamos de más de 100 años de historia, era un gran reto".
Para el jugador español, expuesto a las críticas desde que aparecieron los rumores del cambio de formato, no resulta complicado compaginar su vida de empresario con la de futbolista, especialmente gracias a todo lo que supone la Copa Davis para él: "Compagino todo con 24 horas y siete días a la semana de dedicación. Es el proyecto de mi vida y creo que estamos en el buen camino. Con el Barcelona juego y me entreno todos los días, pero cuando tengo dos o tres libres hago como ahora y cojo un vuelo para estar en Nueva York, porque al final las cosas pasan hablando con la gente, escuchando a todos, especialmente a los jugadores".