Siempre te quedará París, Lucie

La checa Lucie Safarova ha colgado definitivamente la raqueta en este Roland Garros. Repasamos los hitos de su dilatada carrera.

Rubén Pérez Serrano | 30 May 2019 | 10.30
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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No ha tenido el cartel de otras jugadoras, ni siquiera de otras jugadoras checas. Pero el tenis de Lucie Safarova (Brno, 1987) quedará bien fijado en el recuerdo de los buenos aficionados al tenis. Jugadora combativa, de finos golpes, muy completa aunque a la que siempre le ha achacado falta de solidez mental en los momentos clave, la zurda checa ha dejado su impronta en el circuito hasta este junio de 2019 en el que definitivamente cuelga la raqueta. La modalidad de dobles y una de las pistas exteriores de Roland Garros han sido los elementos que han conformado el escenario final de Lucie, jugadora de perfil bajo, alejada de los grandes focos. Y de esa manera ha terminado su carrera profesional.

Integrante de la generación de oro del tenis femenino checo que ha conquistado en estos años atrás hasta 6 Fed Cups, Lucie Safarova comenzó a brillar muy temprano, avisando de que podía ser una jugadora de las grandes durante la siguiente década. Fue en el Abierto de Australia de 2007 donde la zurda de Brno mostró a todo el mundo su carta de presentación si bien a esas alturas ya había ganado tres torneos WTA. Se plantaba en los cuartos de final de Melbourne cargándose a jugadoras de la talla de Francesca Schiavone o Amélie Mauresmo, solo pudiendo ser detenida por su compatriota Nicole Vaidisova, que vería rápidamente truncada su prometedora carrera.

La carrera de Safarova siguió su curso y si bien no quedó en nada como la de Vaidisova, fue ciertamente desalentadora en los años siguientes. Antes de ese Australia solo había ganado un partido de Grand Slam, después pisó la segunda semana de Roland Garros y parecía que su inercia la llevaría a altas cotas siendo todavía menor de 20 años. Nada más lejos. La checa no volvería a pisar una segunda semana de Slam hasta 2014 de nuevo en París, un torneo en el que siempre se sentirá especialmente vinculada. Entre medias algunos títulos WTA y finales en torneos menores. Había quedado estancada y aquellos cuartos de Melbourne parecían un espejismo.

La inestabilidad sentimental también hizo mella en Safarova. Estuvo ligada sentimentalmente con el también tenista Tomas Berdych hasta 2011 y la checa no era capaz tampoco en las pistas de remontar el vuelo. Tuvo que ser ya en 2014 cuando la raqueta de Safarova comenzará a brillar realmente con luz propia. Alcanzaba de nuevo segunda semana de Grand Slam en Roland Garros y tras ello, las semifinales de Wimbledon donde se marcó un espectacular torneo sin ceder un set hasta las semifinales donde su compatriota Petra Kvitova la apartó de la gran final en el All England Club.

En 2015 tocó techo en el ranking colocándose la número 5 del mundo y confirmando por fin todo lo que se había augurado de ella allá por el 2007 y previamente. Ese año jugaría sus primeras y únicas WTA Finals cayendo en la Round Robin. Sobre todo, 2015 fue el año en el que jugaría su única final de Grand Slam en París, donde si no. Otro torneo inmaculado para ella como en el Wimbledon anterior. Ni un set le pudieron arrebatar a la de Brno hasta la final. Lisicki, Sharapova, Muguruza e Ivanovic sucumbieron a su tenis agresivo, preciso y en ese torneo, sin apenas fallos. Mucho tuvo que sudar la gran Serena Williams para despetar de su sueño a Safarova, venciéndola en tres sets y remontando un 2-0 abajo en el tercero.

A partir de ahí sus resultados fueron siendo cada vez más discretos y Safarova se fue centrando en el dobles especialmente donde ya había ganado varios Grand Slams previamente. Hasta cinco cosechó en total (2 Australian Open, 2 Roland Garros y 2 US Open) junto a su inseparable Bettanie Mattek-Sands. Asi se le ha recordado hasta ahora, momento de su retirada en el que hacía pareja con la eslovaca Dominika Cibulkova. Kenin y Groeneveld fueron sus últimas rivales. Las lesiones maltrataron los últimos años tenísticos de la zurda de Brno.

"Espero que me recuerden como una jugadora agradable, divertida de ver jugar. Y con grandes resultados a mis espaldas", decía la checa como recoge WTA.com. "Seguiré conectada al tenis de alguna manera, aunque era quiero unas largas vacaciones", expresaba.

¿Sus grandes recuerdos? "Sin duda que recordaré la final aquí en París con Serena y lo siguiente ganar todos esos Grand Slams con Bettanie. Y algunos especiales como ganar la Fed Cup que es por equipos, delante de tu público, ganar una medalla olímpica (dobles en Río 2016) y verla colgada de tu cuello, son recuerdos muy especiales", expresaba la checa, para siempre inolvidable y única en el circuito WTA.