Creer en sí misma a pesar de los continuos tropiezos, caer para levantarse más fuerte y luchar por lo que se ama. Eso es lo que lleva años haciendo Victoria Azarenka, una mujer que nada contracorriente cual salmón sorteando diversos obstáculos en su afán por volver a la cima. La que fuera número 1 del mundo y ganadora de dos Grand Slams (Open de Australia 2012 y 2013) permanece tenaz en sus intentos por normalizar su vida privada y recuperar esa magia en la pista que le rodeó durante años. Después de varias temporadas con escaramuzas victoriosas y derrotas sangrantes, en este 2019 parece estar encontrando la manera de hacer fluir su tenis con continuidad y cada vez mayor brillantez.
Tras la sonada decepción del Open de Australia 2019, las derrotas de la bielorrusa han llegado contra jugadoras de gran nivel ante las que ha competido con nobleza. Petra Kvitova, Sofia Kenin, Serena Williams y Caroline García frenaron su trayectoria en los meses de febrero y marzo, en los que ya se dejaba entrever la reacción que se está produciendo ahora. La gran imagen ofrecida por Vika en Monterrey, donde fue finalista, y en la Fed Cup 2019, ganando a Stosur y compitiendo frente a una iluminada Ashleigh Barty, se están viendo refrendadas esta semana en su primera toma de contacto con la tierra batida. "No sé ni en qué día vivo desde que aterricé en Stuttgart, pero realmente deseo hacerlo bien aquí, el tenis es mi trabajo y mi pasión así que salí a pista dispuesta a darlo todo", aseveró Azarenka después de sus triunfos ante Vera Zvonareva y Karolina Pliskova en el WTA Premier Stuttgart 2019.
Su triunfo sobre la checa es especialmente significativa ya que supone su primera victoria sobre una top-5 en tierra batida desde hace cuatro años, cuando se impuso a Caroline Wozniacki en el torneo de Roma. "El partido ha sido de gran calidad. Ha habido muchos golpes ganadores por parte de ambas, buscamos meter presión la una a la otra con nuestros golpes y fue clave mantenerme concentrada. Pude salvar situaciones complejas con el servicio y esperar mi oportunidad al resto, sin desesperarme por su gran rendimiento", comentó Azarenka en la rueda de prensa posterior al partido. Azarenka está siendo protagonista esta semana por su visión sobre la igualdad de género en el tenis, que fue respondida por vehemencia con Rafael Nadal y ha suscitado un gran debate. Independientemente de ello, se está viendo a la de Minsk muy concentrada en la pista y convencida de sus opciones de hacerlo bien.
Con este resultado rompe la barrera psicológica que supone retornar al top-50, y en caso de ganar el torneo podría meterse entre las 35 mejores del mundo. Sin embargo, Vika necesitará una invitación para disputar los torneos de Madrid y Roma si quiere evitar verse abocada a disputar la fase previa de los mismos. Su rendimiento en el WTA Premier Stuttgart 2019 parecen hacerle merecedora de dicho privilegio. Su siguiente contrincante en el torneo germano será Kiki Bertens, una auténtica especialista en esta superficie pero que ha dejado entrever cierto descontento con las características de la pista. A buen seguro será un choque muy interesante y que podría relanzar definitivamente a Victoria Azarenka en su carrera hacia la cúspide.