Dani Muñoz de la Nava anuncia su retirada

El tenista madrileño de 37 años se sienta con Punto de Break para analizar su carrera en esta entrevista y explicar los motivos que le llevan a colgar la raqueta.

Fernando Murciego | 24 Feb 2019 | 07.28
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Llega un momento en la vida en el que te sientas, reflexionas y al mirar atrás, te emocionas. Es el momento donde entiendes que ya lo diste todo, que es la hora de abrir una nueva etapa. Daniel Muñoz De la Nava (Madrid, 1982) pasó por este mismo instante en 2018, cuando cerraba su vigésima temporada en activo como profesional. Con 37 años y sin jugar un torneo desde septiembre, el momento de colgar la raqueta había llegado sin preguntar.

Sin embargo, el madrileño todavía quiere darse un último regalo este calendario. No importa que ahora esté fuera de los 300 mejores, él sueña con una despedida acorde a su carrera, la cual tocó techo en 2016 llegando a ser Nº68 del mundo. Para hablar de todo ello, Dani recibe a Punto de Break en el Club de Tenis Chamartín, su club de siempre, para hacer memoria de sus mejores recuerdos y explicar los motivos que le han llevado a decir adiós. Si os gustan las entrevistas sinceras y cargadas de verdad, están ante una referencia.

La pregunta obligada, ¿te has retirado?

Teniendo en cuenta que no he hecho una pretemporada como en los últimos 20 años, podemos decir que sí, me he retirado. No oficialmente, pero para mí sí.

O sea, que hay posibilidades de que vuelvas.

No, no, no. No hay ninguna posibilidad de volver, solo que este año todavía tengo algún torneo por jugar, el gusanillo sigue ahí y me apetece. Sigo con algo de ranking, así que si entro en algún torneo me animaré a jugar seguro. De momento, a nivel de equipos tengo todo el año cubierto. Estoy pero no estoy, podemos decir que es es ‘el año de mi retirada’.

¿Dónde piensas poner el punto y final?

Justo el otro día hablaba de esto con Feli. A estas alturas de la vida, ya quedan pocas cosas que te hagan realmente ilusión y a mí me encantaría retirarme en el Mutua Madrid Open. ¡En la Qualy eh! Sé que hay mucha gente mejor que yo y muchos agentes por detrás. Es un torneo que he jugado muchos años, soy de Madrid, estaría delante de mi gente, de mi familia, eso me haría mucha ilusión, pero sé que es difícil. Estos son los torneos grandes que a uno le gusta jugar, los torneos que por ranking ya no puedo acceder. Esto es uno de los motivos por los que decido retirarme.

Siendo español, de Madrid y habiéndolo jugado tantos años, no habrá problemas…

Es complicado, no te creas. Hay muchísimos intereses. Me contaba Feli que el año pasado no le pudieron dar un WC a Tommy Robredo, ¡ni siquiera para la fase previa! Hablamos de un ex Nº5 del mundo. No es una cuestión de currículum, sino de managers con gente joven que quieren empujar o jugadores extranjeros que han sido muy buenos y que ahora necesitan ayuda.

¿En qué momento decides dejarlo?

Es una decisión meditada, una consecuencia a lo ocurrido el año pasado. Después de mi mejor momento en 2016 sufrí una lesión de codo y tuve que empezar de cero, ¡una vez mas! Cuando pasan los años necesitas una energía o un objetivo muy grande para tirar del carro y yo tenía muy claro que no iba a volver a meterme entre los cien primeros. Tengo nivel para ganar algún partido bueno pero, ¿para ganar cinco partidos en un Challenger? ¿Para pasar Qualys y rondas de ATP? Es muy difícil.

Las lesiones tampoco te lo han puesto fácil.

Sobre todo con la rodilla. He tenido muchísimos parones en mi carrera, el último fue en 2016, con el codo, aquella gira de enero fue la última que yo pude jugar sin dolor. Recuerdo en Roland Garros, media hora antes de jugar la primera ronda, estar con el Doctor Cotorro pinchándome un Voltaren porque no podía ni agarrar la raqueta. Llegó un momento que no podía ni coger la toalla del recogepelotas, un dolor horrible. Estaba jugando mi mejor tenis con 33 años y fue un palo muy grande.

Ahora te tocaría jugar el polémico Transition Tour, que tampoco te hará mucha gracia.

Ese es otro de los motivos que me ha hecho dejarlo. Con mi ranking de ahora, o juego Transition Tour o no puedo jugar. Un tipo con 37 años, ponerse a jugar este circuito… o tienes mucha motivación o es imposible, es como jugar un Nacional. Estás jugando torneos que solo te suman si eres campeón. No puedes estar todo el día entrenando, lejos de tu familia, para jugar torneos que prácticamente ni te cuentan para el ranking.

De momento sigo en la búsqueda de una solo jugador que se alegre por este cambio. No se puede entender.

Es muy simple: intereses económicos, millones y millones de euros. Los jugadores somos meras marionetas en el circo de la ATP y la ITF, sin más. En su día promoví unas firmas para denunciar lo que estaban haciendo a nivel de Challenger, me parecía un absurdo para el día de mañana. Me reuní con uno de los jefes de la ATP y me dijo: “Esto es una transición, dentro de dos años la gente va a estar muy contenta”. Muy bien, ¿y qué pasa con estos dos años? ¿Qué pasa con un tipo como yo? Con un tipo que con mi ranking no puede disputar la Qualy de un Challenger. ¿A qué me dedico entonces, a jugar torneos amateurs con 37 años?

Pinta muy mal para los veteranos, ¿y para los jóvenes?

Ponte en la situación de un sudamericano de 20-22 años que está 400 del mundo y se venía aquí a jugar todas las Qualys de los Challenger, a dejarse la vida sin recursos de ningún tipo. Ahora tiene que jugar Transition Tour, pero para eso tiene que venir a Europa, allí casi no hay torneos. ¿Cómo mantienes eso económicamente? ¿Cuántas familias pueden permitirse costearse los gastos que acarrean giras así?

O te va muy bien o a colgar la raqueta.

¡Normal! Si es que tampoco han subido los premios en los Futures. Son todo contratiempos y dificultades, no hay un solo jugador que esté contento con el cambio. Después de reunir todas aquellas firmas se lo presenté a la ATP, pero no hubo respuesta. No tenemos ni voz ni voto. Una chica logró reunir casi 1.800 firmas en Futures y tampoco sirvió.

¿Peligra la ATP?

Bueno, de momento ya tenemos el tema de Piqué, la Laver Cup, etc. No sé si corre riesgo, pero los cambios que han hecho han sido a peor y no a mejor. Lo mínimo es que cuando se haga un cambio, los jugadores estemos a favor, o al menos que estemos contentos. Me extrañaría que corriera riesgo la ATP, pero no le vendría mal un toque de atención.

En los Grand Slams sí que ha habido un cambio importante.

Ahí sí te reconozco que ha habido un cambio muy positivo, pero eso es ITF. El trato es impresionante, el prizey money ha subido muchísimo, fíjate toda la gente que se va ahora a Australia, antes no se iba porque económicamente no salía rentable, ahora sí. A nivel de ATP y a nivel de Challenger van mejorando cosas… pero se podría mejorar más.

¿Por ejemplo?

El tema de las Qualys en los ATP, cuidar más a los jugadores, subir el prize money, subir los puntos…

Algo más concreto.

En los Challenger, por ejemplo, imagina que ahora te vas a una gira de tres torneos a China y solo entras en el primero. Como no puedes jugar la previa, ¿qué haces entonces? ¿Juegas solo uno? ¿Te vas a China a cobrar 200$ por una primera ronda? Así la gente no puede competir, ese es el problema que tenemos ahora, que no hay oportunidades para jugar. Imagínate a un chico que empieza y quiere jugar las Qualys de los Futures, si ya de por si no entra en las Qualys de los Futures, ¿cómo va a jugar la Qualy de un Challenger? Ya de jugar la Qualy de un ATP ni hablamos. Un chaval de 20 años que quiera jugar al tenis no puede jugar: o te dan una WC o no entras en las Qualys. Yo ahora me lesiono un año, pierdo el ranking y no puedo jugar una Qualy de Transition Tour porque no te protegen el ranking ¡Lo han puesto demasiado difícil!

Difícil es encontrar tu mejor tenis a los 33 años y tú lo hiciste.

Buen cambio de banda (risas).

Veía que te estabas encendiendo, era el momento.

Bueno, aquello fue una consecuencia de estar sano. En 2015 gané por fin mi primer Challenger después de muchísimo tiempo de pelea y de unas cuantas finales perdidas, fue como una liberación mental. Toda mi vida me había pasado lo mismo: ganaba a un par de cabezas de serie en los Challenger pero luego no remataba la faena, no aguantaba bien la presión de esos momentos, no sabía gestionar los partidos importantes. Por eso siempre me quedaba 130º, 160º, 120º… hasta que ese año conseguí hacer cuatro campeones y tres finales.

Te soltaste las cadenas.

Totalmente. Ya te digo, tenía un gran bloqueo por la presión que me metía, Jugando la final de un Challenger estando 130º y ya pensaba: “…Si gano me meto 105º..” Siempre pensaba más allá. También esa temporada fui papá y, definitivamente, eso me dio una estabilidad mental diferente.

Esa victoria contra Feliciano en Doha 2016 es quizá la más especial.

Bueno, especial porque es el jugador que mejor ranking tenía de los jugadores que he ganado (17º), pero no por ser Feliciano. Había jugado Doha muchas veces, pero ese año entré directo. Eso para mí ya era una novedad. Solo por eso ya entras a pista con otra energía, te sientes mejor jugador, aunque seas lo mismo. Fue un partido muy bueno ante un jugador que respeto muchísimo y en un gran torneo. Salí contento, fue un duelo muy duro en lo físico y lo mental (3-6, 7-6, 7-5). Iba perdiendo set y break arriba, imagínate. Me ayudó a ver que tenía el nivel, a sentirme jugador de tenis.

Luego en octavos perdiste con Edmund.

Partidazo. Muy buen nivel de los dos, 7-6 en el tercero. Si llego a perder 6-2 y 6-1 hubiera pensando que no tenía el nivel, pero no fue así. Luego me fui al Challenger de Canberra e hice semifinales. Después en el Open de Australia, con Troicki en primera ronda, pierdo teniendo dos bolas de partido. Salí jodido, tuve dos bolas para meterme por primera vez en una segunda ronda, pero jugar cinco sets a ese nivel es para estar satisfecho. A partir de ahí ya no pude jugar sin dolor, pero esa gira la hice al 100%.

Cinco partidos en Grand Slam, cinco derrotas. ¿Te queda esa espina?

Son partidos en los que ni mucho menos acabé tocado. Te toca Querrey, Cilic, Troicki… al final son jugadores que son mejores que yo, jugadores que igual te hacen 30 aces en un partido.

En Roland Garros 2013 pasas la Qualy y te toca Devvarman… era esa.

Ese fue uno de esos partidos que no gestioné bien. No jugué bien. No me preguntes si porque en la siguiente ronda tenía a Federer, mejor no me lo preguntes. Tenía un partido bueno para ganar, pero no fui capaz. Recuerdo estar jugando al lado de la Philippe Chatrier y escuchar al juez de silla del partido entre Federer y Carreño… “¡6-0 Federer”. Y yo pensando… la que me espera si gano hoy (risas).

Para que luego digáis que no miráis los cuadros.

Normalmente no me gusta mirar los cuadros, pero esa vez sí que sabía que podía jugar en 2R con Federer, para mí hubiera sido un sueño. No le quiero quitar méritos a Devvarman, que por cierto es un gran tipo al que respeto, pero no jugué bien.

El de Troicki en Australia 2016 merece casi un artículo aparte. Dos bolas de partido, ¿las recuerdas?

La primera fue un resto de derecha que lo jugué paralelo, el único que hice en todo el partido. No me preguntes por qué. La otra fue un punto largo con tres derechas a su revés, hasta que una la cantaron mala y pedí ojo de halcón. Se me escapó. Di el 100%, como en toda mi carrera, así que estoy muy satisfecho. Me hubiera hecho mucha ilusión ganar, está claro, además luego creo que tenía un partido asequible, no era un cabeza de serie.

¿Qué te pareció la polémica de Carreño y Nishikori en el Open de Australia?

Yo nunca había visto a un jugador pedir Ojo de Halcón, que sea correcta y que el árbitro diga que, como estaba al lado de la red, iba a ganar el punto igual. Estoy totalmente en desacuerdo con esa norma. Perdona, pero estaban 8-5 en el supertiebreak del quinto set, por mucho que este al otro lado de la red, Nishikori la puede fallar. Para mí es un error, o de la regla o del árbitro.

Te voy a decir yo un error más grave. Quejarse de las apuestas en el tenis y luego ver casas de apuestas patrocinando torneos. ¿Esto tiene solución?

Claro que hay solución, ¡que quiten las apuestas en el tenis!. Lo que pasa es que no le conviene a mucha gente, empezando por la ATP y la ITF. El livescore cada semana da dinero, eso ayuda a financiar una gran parte del torneo, millones y millones de beneficio. El tema de las apuestas es también uno de los motivos del cambio que hemos tenido en ITF para evitar que la gente vendiera sus partidos. ¡Quita las apuestas, ya verás como la gente deja de hacerlo! No era necesario este invento del Transition Tour, pero hay mucho dinero de por medio.

La sensación es que cada vez se controla más este tema.

Un poco sí, están metiendo más miedo en el cuerpo. Pero bueno, el año pasado estuve jugando un par de Futures y vi cosas que no te podrías creer. Prefiero no dar nombres.

Unos vendiendo partidos y otros con el bolsillo lleno.

Hay mucha leyenda con esto. Obviamente los top10 son multimillonarios, eso es otra historia, ¿pero el resto? El tenis es un deporte donde se gasta mucho y de la publicidad solo sacan tajada algunos. Un top40, por ejemplo, ¿cuánto le pagará su marca de ropa al año? ¿10.000€? ¿Y su marca de raquetas? ¿Otros 10.000€? Existe mucha confusión con este tema, no se gana tanto.

Ahora se dice que si juegas los Grand Slams, ya puedes vivir del tenis.

Los Grand Slams han subiendo mucho el prize money, pero es que estaban dando el 4% de lo que ganaba el torneo. Si Roland Garros gana 300 millones, los jugadores se llevan solo el 4%... ¡y son los que juegan el torneo! Ahora en primera ronda de la Qualy se gana cerca de 8.000€ y me parece fenomenal, van mejorando, pero aun así son cifras bajísimas. Tú pasas una Qualy de ATP y son 4.000€, pero luego quítale el 30% de impuestos, gastos de entrenador, viajes, etc. Un jugador normal tiene una vida normal, luego los top20 comen aparte.

Un mundo complicado ese de las Qualys.

Imagina exponerte a tres partidos durísimos y luego, después de pasar la Qualy el domingo, tener que jugar el lunes primera ronda a las 10:00h. Eso es una regla de la ATP que no entiendo, me gustaría ver ahí a algún supervisor en la piel del jugador, jugando con alguien que lleva varios días tranquilo, entrenando, y tú con tres partidos encima ¿Qué pasa con los Qualys? ¿Que no les interesa a nadie? No cuesta nada dar un día de descanso, por respeto, ¡o al menos ponle a jugar por la tarde!

¿Hay una regla que obligue a hacerlo así?

No hay tal regla, se hace así por una regla interna de los torneos: “Nos quitamos al Qualy éste y un partido menos…”. Para ellos es un partido más, para nosotros es una oportunidad única de cubrir gastos. Hay que pensar más en los jugadores.

Como veo que estás encendido, me veo obligado a lanzarte el tema más frágil de todos: el dopaje.

Es un tema muy tabú, aunque todo el mundo lo comenta. Yo no me atrevo a hablar de dopaje sobre ningún jugador porque no tengo ninguna prueba de nada. El tema del doping es muy complicado.

Vamos, que algo hay.

Hay cosas raras, sí. Por ejemplo, yo me considero un tipo que ha entrenado mucho, he cuidado mucho mi alimentación, he tomado vitaminas, proteínas, todas esas cosas. Cuando yo pasaba la Qualy de un ATP o un Grand Slam y me tocaba jugar una primera ronda a cinco sets, por mucho que yo me cuidara, ¡llegaba muy cansado! Lo que yo veo es que hay ciertos jugadores que después de jugar partidos larguísimos, a los dos días están nuevos. Me parece extraño. Ya te digo, yo he cuidado mi cuerpo casi a nivel obsesivo y a mí eso no me pasaba. Yo estaba cansado, por eso me sorprendo.

Ahora la gente ahora se cuida más, mira Federer con 37 años…

Federer es un ejemplo en muchas cosas, pero muy difícil de imitar (risas) Ahora la gente tiene más medios para cuidarse, hay más dinero -sobre todo en los de arriba- y mejores medios.

Llegaste a ser 68º del mundo de la ATP, ¿piensas que el aficionado valora algo así?

Esta conversación la he tenido muchas veces con gente que sí valora lo difícil que es estar 68 del mundo, pero mira, te cuento una anécdota. Estaba un año entrenando en el gimnasio y al mismo tiempo jugaba Rafa la final del Open de Australia. La final de 2012, contra Djokovic. Rafa era Nº2 del mundo, tenía ya una carrera colosal, pero esa final la pierde en cinco sets. De repente, empiezo a escuchar barbaridades de la gente que estaba allí: “Éste ya no le gana a nadie, está acabado”. Ese es el resumen de lo que piensa la gente española de sus deportistas.

Un ejemplo cruel…

Pero es así, o ganas o eres un matao. En mi caso, cuando estuve 68, sé que pude haber estado mejor, pero es que estoy tremendamente orgulloso de mi carrera. He dado el 100% y siempre he sido honesto con mi deporte, de hecho, esta es una de las razones por las que ya no juego. Si no voy a jugar con la misma pasión, prefiero no jugar.

¿Piensas que la prensa tiene algo de culpa?

Por supuesto que lo pienso. Al final la prensa vive de lo que vende y lo que vende no es muchas veces lo más importante.

Pero esto ha pasado siempre, solo nos centramos en el mejor.

Recuerdo la época del gran Félix Mantilla, por ejemplo. Félix llegó a ser top10 y se tuvo que ir a Australia a trabajar. Eso es increíble. Estamos mal acostumbrados, los focos solo se centran en los que están arriba del todo. Hace falta una mayor cobertura de todos los jugadores españoles que estamos trabajando y representando a España. Y hablo tanto a nivel de televisión como de prensa. Vosotros en internet estáis haciendo una gran labor en ese aspecto.

Además, que no siempre el mejor tenista te da el mejor producto. Lo veo en las entrevistas, las cosas más interesantes las cuentan los de abajo.

El tema es que muchas de esas entrevistas con los jugadores top suelen ser previsibles, la gente ya se espera las respuestas. Las que dan los jugadores del segundo o tercer escalón no tienen por qué ser menos interesantes y quizá están mas en consonancia con la vida real. Para mi el tenis es un tío que juega las Qualys de los ATP, que celebra meterse en un cuadro final o que juega por primera vez un Grand Slam. Al igual que el jugador que llega a cuartos de un Grand Slam por primer vez en su carrera. Al igual que los cracks que hacen finales de Grand Slam, por supuesto.

¿Y cuando se vaya Rafa qué?

Creo que vamos a sufrirlo: escuelas, clubes de tenis, organización de torneos, etc. Se viene un gran vacío porque es difícil conseguir lo que ha hecho Rafa Nadal, en todos los aspectos, es algo irrepetible. Será una época complicada, ya veremos cómo se gestiona.

Para terminar, ¿si tuvieras que quedarte con una victoria en tu carrera?

Contra Querrey, en Madrid (2010).

Primera ronda, ¿no?

Correcto. Fue una época en la que volvía otra vez de una lesión, de hecho ese año me quería retirar. De cabeza ya no daba más. Estaba entrenando con Tati Rascón, fuera de los 300 mejores, y recuerdo que por la mañana había entrenado de pena. Esa misma tarde me comunicaron que me habían dado una invitación para el torneo e hice un entreno buenísimo. Buenísimo para como venía mentalmente. Pasé la Qualy y en primera ronda le gané a Querrey (6-7, 6-3, 7-5), que venía de ganar el título en Belgrado dos días antes. Pasé de no poder tocar una bola más a lograr una de las victorias más importantes de mi vida.

¿Y el día que entraste al top100?

Manerbio 2015, cuartos de final contra Federio Gaio, 7-6 el tercer set.

No se te olvida, ¿eh?

Acabé el partido y llamé a mis padres, llorando. No me podía creer que lo hubiera conseguido. Después de tantos años, tanta dedicación, tantas frustraciones, tantas derrotas clave, tantos viajes, tanta soledad… por fin había conseguido mi objetivo, ser top100. ‘Me puedo retirar’ (risas).

¿Y ahora qué?

Este año será de transición. También de formación, voy a hacer unos cursos en la RFET, pero lo que más quiero es dedicarme un año entero a mi familia, a mis padres, a tener algo de vida social. Eso sí, seguiré entrenando y jugaré algún torneo. En definitiva, seguiré disfrutando de lo que más me gusta, el tenis.