ATP 2018: ¡Trece nuevos campeones!

Hay que remontarse a la temporada 2004 para ver un número tan alto de campeones debutantes. Roberto Carballés fue el único español.

Fernando Murciego | 24 Nov 2018 | 12.00
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Las cifran no siempre reflejan la verdad de una situación, pero el circuito ATP es innegable que cada temporada nos va dejando más números de esperanza para pensar que la NextGen va ocupando poco a poco su lugar. O mejor dicho, que el Big4 cada vez va cediendo más terreno en la élite. Cierto es que los Grand Slams siguen siendo cosa de tres nombres, pero tanto en los Masters 1000, ATP 500, incluso en las ATP Finals, nuevas raquetas dieron que hablar en 2018 para sorpresa del aficionado. Uno de los datos más curiosos fue el de los trece campeones debutantes que hubo en este último calendario, igualando una cifra que no veíamos desde el año 2004. Vamos a repasarlos.

Daniil Medvedev: Fue el primero del año en estrenar su palmarés y, además, en el primer torneo ATP que disputó. Venía de perder en primera ronda del Challenger de Playford, aunque Sidney le iba a cambiar la cara al ruso. Superó la previa, llegó a la final y la ganó ante el local De Minaur. Más tarde, Winston-Salem y Tokyo demostrarían que aquel triunfo no iba a ser flor de un día.

Mirza Basic: Es cierto que Sofía no presentaba el mejor cuadro de sus últimos años, esto sumado a las sorpresas en primeras rondas dejó en evidencia que cualquier raqueta podía ganar bajo la cubierta búlgara. El afortunado fue el número 134 del mundo, de nuevo partiendo desde la Qualy, como Medvedev. El tenis bosnio ya no solo celebraba las victorias de Dzumhur.

Roberto Carballés: Tercer hombre en coronarse por primera vez este año y tercera sorpresa relevante de la lista. Dos torneos, dos tragos amargos, así llegó Roberto Carballés a Quito tras no sumar una victoria en un cuadro final ATP desde febrero del año pasado. Pero toda aquella espiral iba a quedarse enterrada tras su conquista en Ecuador… ¡y otra vez partiendo de la fase previa! El español inauguraba su palmarés al borde de las 25 primaveras.

Frances Tiafoe: El tenis estadounidense tendría también su momento de gloria esta temporada con Tiafoe, uno de los referentes de esta nueva generación. El norteamericano salió por la puerta grande en Delray Beach (tenía que ser en casa) tras dejar por el camino a nombres como Del Potro, Chung o Shapovalov. Luego ese éxito no tendría demasiada continuidad, pero es el primer título que buscaba, ese que jamás se olvida y el que representa la primera piedra de un gran edificio.

Marco Cecchinato: Sin duda, uno de los protagonistas de la temporada actual. El italiano empezó a dejar muestras de grandeza entre los meses de marzo y abril en el circuito Challenger, una pequeña dosis de lo que iba a venir en las próximas semanas. En Budapest no pudo pasar la Qualy, pero la fortuna quiso que fuera repescado y darle una segunda oportunidad. Esta ya no la iba a desaprovechar y de Hungría saldría con la copa bajo el brazo. No hace falta recordar lo ocurrido más adelante en Roland Garros o en Umag.

Taro Daniel: Quizá uno de los títulos más inesperados por el momento pero, al mismo, también de los más esperados por su experiencia. Era un año difícil para Taro después de abandonar su querida España y regresar a Japón, pero Istanbul sacó lo mejor de su raqueta para sumarse al despertar nipón del presente año. Un premio a toda una vida alejado de su hogar y de continuo sacrificio en circuitos menores.

Marton Fucsovics: Nuevos países, nuevos jugadores, nuevas historias. Fuscovics llevó al cielo al tenis húngaro con su gran triunfo en Ginebra, demostrando que un cuadro con obstáculos como Johnson, Tiafoe o Wawrinka era un reto posible de afrontar. El bueno de Marton salió adelante y dejó el listón en lo más alto, capturando 250 puntos que le darían buena renta y así mantenerse a final de año entre los 40 mejores del mundo.

Mischa Zverev: El más veterano de la lista y el que más tiempo llevaba esperando este premio. El alemán estaba cansado de ver a su hermano triunfar y tumbar a los mejores del mundo. ¿Cuándo llegaría la recompensa para el hermano mayor? Llegó en Eastbourne, en su querida hierba, donde siempre confió en darse algún día una alegría con su juego de saque y volea. Aquello fue su mayor logro y, al mismo tiempo, su desconexión de la temporada. En sus próximos doce torneos, Mischa solo ganaría cuatro partidos.

Matteo Berrettini: El tenis italiano ya estaba tremendamente orgulloso de lo vivido con Cecchinato en la gira de tierra batida europea, pero todavía faltaba la segunda vuelta, en pleno verano y justo después de la gira de hierba. Un torneo humilde como Gstaad pero con muchísima tradición vería a un Berrettini inspirado tumbar a Bautista en la final. Antes había superado a gente como Rublev o Feliciano, por lo que el mérito era máximo.

Nikoloz Basilashvili: Si tuviéramos que quedarnos con un nombre, posiblemente Basilashvili sea uno de los que deberían tener preferencia en esta lista. Campeón de dos ATP 500 como Hamburgo y Beijing sin antes haber reciclado apenas experiencia en estos escenarios. Pero más allá de los trofeos, causarpn sensación las formas, jugando con una determinación y una idea depurada que promete dar mucho que hablar en 2019.

Yoshihito Nishioka: Tras el glorioso fin de semana de Taro Daniel en Istanbul, al resto de la tripulación japonesa le entró envidia y quiso ponerse a su altura. Aquí el bombazo fue todavía mayor, convirtiéndose Nishioka en un hombre capaz de ganar en Shenzen partiendo de la fase previa y siendo el número 172 del mundo. Un nuevo ejemplo de que, en esta temporada, si aprovechabas tu momento en torneos de menor categoría, todas las puertas podrían abrirse.

Stefanos Tsitsipas: Posiblemente al inicio de temporada todavía no tuviéramos tanto hype como este jugador, aunque a los que le vimos competir en Doha ya nos transmitió que algo diferente se traía entre manos. Eso sí, ni locos nos hubiéramos imaginado que el número 91 del mundo en enero iba a terminar noviembre en el top15. Al final acabó convirtiéndose en uno de los ‘primeros títulos’ más esperados del año, que acabaría aterrizando en Estocolmo. De postre, el griego disfrutaría de una bonita luna de miel en Milan superando al resto de los NextGen.

Kyle Edmund: Empezó tan bien el año como lo terminó. Este británico de 23 años pisó las semifinales del Open de Australia sin antes haber quemado antes otras etapas, un círculo que iba a cerrar en el penúltimo intento del calendario. En Amberes, certamen indoor que se adapta de maravilla a sus condiciones, allí fue donde el público volvió a ver un jugador del Reino Unido celebrando un título ATP. Bonito será verle en 2019 intentando dar el salto a un top10 que llora desde hace tiempo la ausencia de Andy Murray.