Roma 2018: Análisis de la final masculina: Rafa Nadal vs. Alexander Zverev

El joven alemán, que encadena ya trece victorias consecutivas, intentará revalidar su corona ante el hombre de las diez finales en el Foro Itálico.

Fernando Murciego | 19 May 2018 | 23.41
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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La final no puede tener más morbo. Los dos hombres más en forma del momento uniendo su camino en busca de un único objetivo: reinar en Roma. Algo que Alexander Zverev ya hizo muy bien en 2017 al tumbar a todo un Novak Djokovic en la final, aunque todavía lejos de igualar las siete coronas que Rafa Nadal acumula en uno de sus templos favoritos. Sería injusto decir que el de Hamburgo parte aquí como favorito pese a ser el vigente campeón, eso sí, tampoco diremos que el español es el claro candidato a salir de Italia con la copa bajo el brazo. ¿Qué puede que ocurra? Seguramente. Pero vamos a desgranar bien esta batalla para sacarle a juego a cada detalle del enfrentamiento.

Una pregunta recorre la cabeza de todo aquel que viene siguiendo la ATP y, en concreto a Zverev, de cara a esta final del domingo. ¿Le quedará gasolina al alemán para afrontar el reto más difícil que existe? Sí, nos referimos a medirse a Rafa Nadal sobre tierra batida. Está claro que con 21 años no hay cansancio que valga pero, si miramos la factura, el joven Sascha viene de competir en tres semanas consecutivas… y en las tres llegando a la final. Ganó en Múnich, ganó en Madrid y ahora quiere ganar (otra vez) en Roma. El reto está solo a disposición de los más valientes, los realmente preparados a mantener una regularidad cada semana del calendario. Un bonito objetivo que el menor de los Zverev está cumpliendo a la perfección.

Pero con Nadal no valen este tipo de valentías, hace falta mucho más. Lo primero que tenga un día regular, como ya le pasó la semana pasada con Thiem o como casi le pasa hace unos días con Fognini, único jugador capaz de robarle un set en Roma. ¿Puede pasarle? Hombre, raro sería verle flaquear dos veces en tan corto espacio de tiempo, pero es posible. Sin embargo, el H2H aquí cobra una importancia severa, justo el lugar se muestra un 4-0 imponente a favor del balear, con dos palizas a tener en cuenta en las ocasiones que ambos chocaron sobre polvo de ladrillo. Curiosamente, en sus dos últimos enfrentamientos.

El primero queda ya lejano, allá en Montecarlo 2017, un doble 6-1 que nos hizo pensar que a Zverev eso de las superficies lentas no le iba mucho. Pero claro, semanas después alcanzaría en Roma su primera final de Masters 1000, resuelta con su primer título. La segunda batalla, a comienzos de la temporada de tierra de este mismo año, resultó menos sangrienta pero igual de dolorosa, al tratarse de Copa Davis. El de Manacor aterrizaba en Valencia después de mucho tiempo parado pero no pagó el desgaste para deshacerse fácilmente en tres parciales del tenista teutón. Coser y cantar, además jugando en casa y con una superficie diseñada para gustarse. Una trampa anti-alemanes que dio sus frutos.

El 4-0 es engañoso, si entendemos que hoy Zverev está en una nueva dimensión y que el examen de la Davis le pilló a destiempo y con poco tiempo de descanso respecto a Miami, donde hizo final. Ahora Sascha llega tras conquistar Munich, coronarse en Madrid y lucir durante toda esta semana su nuevo estatus en el circuito, ganando partidos con muchísima determinación y con un saque que da miedo. Ganarle una final a Rafa Nadal en arcilla es algo que poquísimos jugadores pueden hacer, aunque aquí Djokovic ya lo hizo un par de veces. ¿Alguno se imagina la gran sorpresa este domingo pese a que el partido estará marcado por el físico y la solidez de ambos? Dicen que en el deporte no hay imposibles, aunque hay ciertas metas que lo parecen.