La élite se da cita en el ATP Challenger Tour

Si se dan pasos atrás que sean para coger carrerilla. Con esta máxima han afrontado algunos de los mejores jugadores del mundo su participación en torneos del ATP Challenger Tour esta temporada. Nombres ilustres con ranking suficiente como para disputar cualquier evento ATP que en algún momento decidieron ponerse el mono de trabajo y buscar triunfos que les dieran confianza en la "segunda división" del tenis mundial, o jugadores que han estructurado su incursión en la élite a partir de sus participaciones en estos torneos.

No son pocos los jugadores de muy alto nivel cuyo nombre se ha visto inscrito en algún momento de año en un torneo de esta categoría, elevando a un estatus superior el mismo y poniendo en valor el tremendo nivel de tenis que prolifera en estos torneos. Triunfos meritorios de jóvenes promesas, reducto de felicidad para veteranos que quieren reverdecer laureles, pero también instrumento de recuperación de confianza para tenistas en un mal momento o cimientos sobre los que construir el asalto a los mejores eventos del mundo; así es esta categoría del tenis donde han participado hasta 14 jugadores que figuran actualmente entre los 50 mejores del planeta.

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Adrian Mannarino es el hombre con mejor ranking ATP que ha probado suerte en torneos Challengers esta temporada. Ha terminado el año como 28 del mundo y lo empezó ganando en Noumea y Quimper en el mes de enero. Fueron resultados que le relanzaron en la clasificación y, sobre todo en confianza, permitiéndole disputar los grandes eventos sin necesidad de recurrir a fases previas. No es el único francés bien posicionado que ha recurrido a estos eventos. Lo hizo Richard Gasquet, otrora top-10 que no tuvo reparos en intentar salir de una crisis de juego y confinza a partir de su comparecencia en el Challenger de Szczecin, del que salió victorioso y a partir del cual sus resultados mejoraron notablemente.

Los balcánicos Damir Dzumhur y Filip Krajinovic han sido de los tenistas más mejorados este año. Su relación con el ATP Challenger Tour ha sido distinta, empleándolo de manera esporádica el bosnia (finalista en Santo Domingo y ganador en Blois) y estructurando su progresión en torneos al mismo el serbio, que ha ganado la friolera de cinco eventos de dicha categoría este año (Heillbronn, Marburg, Biella, Roma y Almaty). Su eclosión en París-Bercy responde a un estado máxima de confianza de un hombre que empezó la temporada en el puesto 234 del ranking ATP y la acaba en el 33.

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El reciente triunfo de Pablo Cuevas en el Challenger de Montevideo responde a un gran compromiso del uruguayo con el torneo de su país y en un intento por terminar con buen sabor de boca un año difícil para él, donde encajó hasta nueve derrotas consecutivas recientemente. Pero no siempre los grandes cosechan éxitos en estos torneos. Que se lo digan a Benoit Paire, que buscó consuelo en el Challenger Sophia Antipolis y perdió en la final ante Aljaz Bedene, en los que supuso una gran decepción para él.

Jóvenes como Andrey Rublev, Karen Khachanov y Borna Coric han empleado de manera puntual los torneos Challenger, aunque ninguno de los dos ha logrado levantar un título de esta categoría. Otros jugadores del top-50 que han probado suerte en el ATP Challenger Tour en algún momento del año han sido Paolo Lorenzi, Robin Haase, Yuichi Sugita, Ryan Harrison o el ya citado Aljaz Bedene.

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Interesantes movimientos estratégicos de hombres que no tienen reparos en disputar eventos en los que proliferan rivales de peor ranking que el suyo, y donde parten con la obligación de ganar partidos con recurrencia. Esto da una idea del gran nivel de tenis que se ha respirado esta temporada en el ATP Challenger Tour, con tenistas de muy diversa índole batiéndose el cobre con ilusión y amor por el tenis.