Coric ejerce de verdugo

El croata Borna Coric somete en cuatro mangas al alemán Alex Zverev, uno de los grandes favoritos al título en Nueva York

Alejandro Arroyo | 31 Aug 2017 | 04.01
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Sobre la noche de Nueva York, en la pista Arthur Ashe, Borna Coric sometió con todo merecimiento al germano Alexander Zverev, venciéndole en cuatro mangas y después de remontar un primer parcial adverso (3-6 7-5 7-6 7-6), en casi tres horas y media de partido. El marcador, completamente consecuente con el juego desplegado y la tenacidad y personalidad para jugar los momentos más importantes, ejemplificó bien dos cosas: que Zverev sigue teniendo muchísimo margen de mejor en rondas tempranas y rivales fuera del top y que Borna Coric tiene tenis para llegar a ser mucho más.

Y eso que el arranque, cerrado en 26 minutos, vaticina un resultado muy diferente a lo que después se va sucediendo, con Zverev tomando temperatura y Coric nervioso y demasiado templado, sin formar parte de la conversación que con el paso del tiempo se va a ir dando sobre la pista más grande del mundo. Un 6-3 que no tiene continuidad en el choque porque desde ahí, Coric compite desbloqueando el reto: a Zverev hay que atacarle.

Coric, un perfil de intercambios largos y golpes de seguridad, ha ganado mucha iniciativa y pimienta en sus golpes de fondo, pudiendo pasar a atacar con su derecha con mucha más soltura, y es lo que comienza a darle réditos, a igualar el encuentro y a hacer dudar al alemán, que comienza a tropezar desde el fondo, echando mano del servicio. Con el juego del lado croata en cuanto a sensaciones, la balanza tiende a desnivelarse en los momentos más comprometidos, cercanos todos a las muertes súbitas.

Allí, Coric asesta un primer golpe rompiendo a Sascha para cerrar una segunda manga que va a convertirse en punto de inflexión. Ya no podrá Zverev tomar ventajas ni sólidas rachas de juego dominante. Su juego de fondo, extraordinario se mire por donde se mire, tiene respuestas en la siempre equilibrada, concentrada y esforzada defensa de Borna, que mezcla y complementa sus tremendas piernas con atrevimiento, mano y brazo. No cede y lleva la tercera manga al precipicio. Coric manda 2-1.

En el cuarto y definitivo, el partido se iguala hasta el extremo, hasta un 6-5 para Zverev que dispone de tres bolas de set, un 0-40 que Coric salva con extrema determinación, jugando hacia delante, entrando a la pelota, sin negociar ni titubear. Salvados los tres, el tie break sólo tiene un color, el de los cuadros rojos y blancos de la bandera croata. Grita Borna con la última pelota cuando Zverev ya está estrellando su raqueta, en un encuentro que expresa todas sus virtudes, no siempre tan calibradas pero potencialmente advertidas durante algunos tramos de 2017. Zverev tendrá que esperar a 2018.