Arantxa Sánchez Vicario: “Los Juegos son algo extraordinario”

La ex número 1 del mundo rememora las dos medallas conseguidas en los JJ.OO. de Barcelona 1992 hace ya 25 años. “Fue algo bestial”.

Fernando Murciego | 6 Aug 2017 | 13.28
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Han pasado 25 años desde que el deporte en España se convirtiera en un pilar fundamental de la sociedad, también el tenis. Los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 encendieron la mecha de una larga época de éxitos deportivos y si hay una mujer que se vistió de protagonista a finales del siglo pasado esa fue Arantxa Sánchez Vicario. La tenista catalana se colgó aquel verano una medalla de bronce en categoría individual y otra de plata jugando el dobles con Conchita Martínez. Doble premio para uno de los nombres propios de aquella generación que hoy repasa sus recuerdos en una entrevista para el diario El País.

“No puedo quedarme con una sola imagen, porque hubo muchos momentos inolvidables, pero recuerdo mucho el día de la inauguración; de hecho, lo recuerdo como si fuera ayer”, rememora Arantxa a la grabadora de Alejandro Ciriza. “Yo iba hacia el estadio en el autobús, junto a los otros deportistas españoles, y tuve la suerte de estar sentada al lado del Príncipe Felipe, que era el abanderado. Estaba muy nerviosa. Después, al llegar a Montjuïc, todo el mundo estaba allí esperándonos y fue increíble. Jamás olvidaré la entrada al estadio... De la emoción me puse a llorar, fue bestial. Recuerdo que miraba a mi alrededor y todos los deportistas estábamos llorando, incluso mucha gente del público también. Fue muy especial”, señala.

Fue algo más que unos Juegos Olímpicos. Para España, fue el inicio de la etapa más bonita de nuestro deporte. “Para Barcelona significaron un antes y un después. Los Juegos impulsaron muchísimo a la ciudad, la potenciaron y la proyectaron mucho internacionalmente. Todo el mundo se volcó y el ambiente en las calles era distinto: estábamos todos unidos. La ciudad cambió muchísimo a nivel de infraestructuras y hoy día, 25 años después, aún seguimos beneficiándonos de todos esos cambios”, indica la ex número 1 del mundo.

En su caso, Arantxa representaba una de las grandes favoritas del cuadro, pese a que en su maleta solamente luciera uno de los cuatro Grand Slams que terminaría ganando, “Tenía mucha presión encima. Contaban conmigo y en el fondo eso es bonito, porque significa que confían en ti. Tu nombre está ahí, sabes que todo el mundo te observa y debes saber manejarlo, así que en el momento en que salté a la pista se me pasaron todos esos nervios. Tenía el apoyo de todo el país. Jugué lo mejor que pude, pero perdí en las semifinales contra Jeniffer Capriati después de un partido muy duro. Tuve mis opciones, pero al final se me escapó. Me llevé el bronce y después también conseguí la plata junto a Conchita”, analiza la tercera mejor jugadora de aquella competición.

Luego en dobles daría un paso más, aunque también se quedaría a orillas del premio gordo. “Conchita y yo tuvimos nuestras opciones... pero perdimos en tres sets, en otro partido muy duro. Ellas tenían más experiencia porque habían jugado muchas veces juntas. En aquel momento, si no recuerdo mal, Gigi era la número uno en parejas y Mary Jo siempre fue una jugadora muy sólida. Se lo pusimos muy difícil, pero también se nos escapó el oro”, afirma.

“Lo que pasa es que unos Juegos Olímpicos son algo muy distinto a todo lo demás, a tu rutina de competición habitual. El hecho de estar seleccionada, de poder participar y de vivir algo semejante ya es un grandísimo logro de por sí. Los Juegos son cada cuatro años y nunca sabes si vas a poder competir otra vez… Cada año puedes disputar cuatro Grand Slams, pero los Juegos son algo extraordinario. Ganas para ti, pero también para tu país. Una medalla es una medalla y sea de oro, plata o bronce siempre va a quedar para la historia”, concluye la española.