Murray se reencuentra consigo mismo

El jugador británico se repuso de un mal inicio ante Nishikori para vencer por 2-6 6-1 7-6 (0) 6-1, citándose con Wawrinka en semifinales.

Diego Jiménez Rubio | 7 Jun 2017 | 19.13
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Unos que vienen, otros que se van y guerreros que se aferran con uñas y dientes a una utopía que ya no lo parece tanto. Andy Murray no quiere seguir los pasos de Djokovic en lo que a mentalidad se refiere. Los dos hombres que han dominado el tenis mundial en 2015 y 2016 han tenido inicios de temporada similares pero Roland Garros 2017 puede marcar la disimetría en sus caminos. Mientras el serbio se hunde en sus diatribas mentales y profundas reflexiones, el escocés quiere volver a ganar.

Andy tiene un reto para el que no parecía preparado a inicio de torneo. Ni siquiera su rendimiento en las dos primeras rondas le hacían valedor de la condición de favorito pero su duelo contra Juan Martín Del Potro parece haber marcado un antes y un después. Como también lo marcó Carlos Ramos, protagonista indeleble en lo que va de torneo, en el duelo que le enfrentó ante Kei Nishikori. Y es que el juez de silla portugués sacudió a un Murray que vagaba somnoliento por la pista, y no hubo forma de que el nipón contuviera el caudal de tenis y, sobre todo de carácter, que se le vino encima.

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El primer set del encuentro mostró las vergüenzas del actual número 1 del mundo. Tremendamente pasivo de fondo de pista, Andy no era capaz de hacer nada con la pelota y se perdía en las inmensidades que separan la valla de los límites del campo en la Philippe Chatrier. Kei Nishikori estaba cómodo y atacaba las pelotas placebo de su rival con la entereza propia de un jugador de su categoría.

Auténtico repaso tenístico y táctico el que sufrió el británico y del que no salió hasta que recibió el segundo warning en el tercer juego de la segunda manga por exceso de tiempo entre saque y saque. Torció el gesto, protestó ávidamente y pareció tomar conciencia de que se estaba jugando el pase a unas semifinales de un Grand Slam que aún no luce en su palmarés. Comenzó a ofuscarse, a gritar en cada punto, a dejarse el alma en todas las pelotas golpeadas y a ser más incisivo con sus golpes.

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Kei se replegó como si de un niño asustadizo se tratara y empezó a acumular errores a diestro y siniestro. Fue la prueba fehaciente de por qué un hombre de su calidad no se ha visto recompensando con un gran torneo hasta el momento. La tercera manga fue clave, ya que Nishikori se puso el mono de trabajo y se vivieron duelos de tú a tú aunque con la tendencia psicológica claramente en favor de Andy.

Así quedó patente en un tiebreak en el que el de Dunblane despejó todas las dudas y voló libre hacia el triunfo, con un cuarto parcial que fue un mero trámite. Victoria de mucho para Andy Murray, que espera a Wawrinka en unas semifinales vitales para ambos. Requerirá de su mejor tenis para batir al suizo, es decir, ese que mostrará ante Del Potro y no tanto del que ha hecho gala hoy. Se avecina el momento cumbre.