¡Ramos a la final!

Albert Ramos supera en tres mangas a Lucas Pouille y disputará mañana su primera final de Masters 1000 ante Nadal o Goffin.

Fernando Murciego | 22 Apr 2017 | 16.02
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Nunca es tarde si el tenista es bueno. Este refrán modificado podría titular la carrera de Albert Ramos, un hombre que con 29 años jugará mañana su primera final de Masters 1000 y que el lunes verá su nombre dentro del to20 del tenis mundial El de Mataró superó en un partido muy cerrado a Lucas Pouille (6-3, 5-7, 6-1) para pisar la última ronda del torneo de Montecarlo, uno de sus tres citas favoritas de la temporada. El sueño del español sigue adelante tras dejar en el camino al número 1, al número 8 y al número 17 del mundo. Ya solo David Goffin o Rafa Nadal pueden frenar a este guerrero.

El encuentro la verdad es que se presentaba con un ingrediente de sorpresa e incertidumbre que enganchaba. Dos hombres alejados del top15 enfrentados por acceder a su primer final de Masters 1000. Ganase quien ganase tendríamos noticia. La juventud y empuje de Pouille contra el temple y el buen momento de Ramos. ¿Favorito? De cara a la galería y al ranking, quizá el francés. Por cabeza y superficie, seguramente el español. El duelo estuvo continuamente marcado por la igualdad, de hecho, los dos primeros juegos se resolvieron con dos breaks. Pero el factor constancia acabaría siendo determinante a lo largo del parcial, solo con mucha calma y un extra de inteligencia táctica pudo el catalán sacarse otros dos breaks de la chistera para firmar un 6-3 que le dejaba a un paso del objetivo.

Si repasamos la carrera de Albert en el último año encontramos a un tenista renovado, evolucionado en todos los aspectos y con una confianza para llegar a lugares que ni siquiera había llegado a imaginar. Nunca antes había cruzado a unos cuartos de final de Masters 1000, pero un triunfo este tarde le metía en la final de Montecarlo al mismo tiempo que le enviaba al top20 mundial. Es de locos, pero Albert le puso toda la cordura posible para hacerlo realidad.

De nuevo el equilibrio imperó en la segunda manga desde el inicio, aunque esta vez sin quiebres para ninguno de los dos contendientes. Aquello fue avanzando y el drama fue creciendo, un 30-30 con 5-4 para Ramos hizo que todo el público contuviera el aliento durante unos instantes, pero el de Grande-Synthe apretó los dientes y sacó todo el talento que contiene cada vez que se acerca a la red. Fue justo allí, en la red, donde una dejada fantástica transformó a Pouille y dio la vuelta al partido. Los próximos dos juegos serían para él, el tercer set llamaba a la puerta.

Llegaba el momento de la máxima tensión entre dos hombres inexpertos en este tipo de escenarios, pero alguno debía coger la batuta y creerse que llegar hasta aquí no era suficiente, todavía se podía dar un paso más. Ese hombre fue Albert Ramos, quien arrancando con un 3-0 a su favor dejo por los suelos la moral y entusiasmo de su rival. Más tarde cerró la batalla y, con 29 años, firmó su primera final de Masters 1000 y su ingreso en el top20 del tenis mundial. Una recompensa a su trabajo de tantos años y una oportunidad de hacer historia a la que solo los espíritus valientes son capaces de enfrentar.