Delbonis: “Fuimos armando este sueño y se acabó haciendo realidad”

Un nombre que ya es parte de la historia del tenis argentino: Federico Delbonis. El zurdo azuleño tuvo la tremenda papeleta y responsabilidad de jugar el quinto y definitivo punto de la quinta final de Copa Davis que disputaba su país. Ante el croata Ivo Karlovic, Delbo hizo probablemente el partido de su vida y logró materializar al fin el sueño que llevaban persiguiendo los argentinos desde hacía muchos años. La Nación ha tenido la oportunidad de entrevistarle pasada ya la resaca inicial de las celebraciones por el título. Delbonis aún sigue en la nube, aún tiene que pellizcarse para darse cuenta de lo que ha logrado.

“Soñaba con jugar la Copa Davis. Y cuando finalmente lo hice, fui progresivamente contagiando y cada vez más y más”, cuenta el héroe de Zagreb. “Poco a poco fuimos creyendo en nosotros. Fuimos armando este sueño y se acabó haciendo realidad. No fue cuestión de levantarme un día y decir: ‘Quiero ganar la Copa Davis’. No fue así. Lo fui construyendo poco a poco”, reconoce Delbonis que señala a sus compañeros como grandes artífices igualmente de su éxito. “Sin ellos hubiera sido imposible, no es una frase de ocasión. Espero que esto pueda ser una inyección anímica para todos los chicos que quieran jugar a tenis y para todos los que piensan que nada es imposible a pesar de las limitaciones”, comenta el azuleño, que ha sabido llevar a la perfección su rol en el equipo.

“En Glasgow me tocó quedarme fuera. Acá le tocó a Guido (Pella). Siempre tuvimos eso sí las mismas palabras de apoyo, eran de corazón. Eso ha sido lo más importante”, considera Delbonis. “Lo que ha salido de nuestras actitudes ha sido de corazón, de nuestra nobleza y eso es lo que fundamenta al equipo. La nobleza se palpa con las acciones y los gestos, que aunque sean pequeños son muy firmes”, destaca.

Delbonis ha relatado asimismo cómo fueron los tensos y emocionantes minutos antes de saber si saltaría él a la pista, esperando el desenlace del partido de Del Potro y Cilic. “Pude ver los cuatro primeros sets desde la sala de jugadores. El quinto ya no lo pude ver. Tenía una ansiedad por saber cómo iba el partido que me estaba matando”, admite Delbo. “Cuando escuché a los chicos gritar, supuse que Juan Martín iba con quiebre arriba y al rato me doy cuenta de que iban 1-1, no entendía lo que pasaba. Ya después me contaron todo”, narra el zurdo de Azul. Todo lo que vivimos es muy fuerte. Poco a poco vamos a ir reconstruyendo lo que pasó. Me voy enterando ahora de cosas que fueron ocurriendo y que en su momento ni me di cuenta. Iremos sacando toda esta locura que tenemos, toda esta energía”, cuenta Delbonis.

Un Delbonis que sorprendió a propios y a extraños. Se mantuvo muy cerebral a pesar del tamaño papelón que tenía por delante. “Tenía muy claro lo que debía hacer. Mi equipo y yo trabajamos la parte mental, antes del partido hice lo que siempre suelo hacer: Planificar el choque, escribir en un papel todo lo que veo que puede acontecer y que me servirá para hacer daño al rival. Así como cosas para saber qué decirme a mí mismo durante los encuentros”, relata Delbonis, que admite que finalmente se dejó llevar y poco o ningún caso hizo a sus apuntes. “Le di el papel a Orsa (Daniel Orsanic) pero no lo vi en todo el partido ni le pregunté. Era yo mismo el que me iba recordando las pautas a seguir. Jugué con el corazón. Juan Martín me dio la chance de jugar ese partido y se lo agradecí cuando llegué al vestuario. Era consciente de la responsabilidad que recaía en mí, pero estaba centrado en ello”, rememora el argentino.