Djokovic vence pero no convence en su camino a semis

Novak Djokovic ya ha completado gran parte del camino que le acerca a su 30º corona de Masters 1000. En cuartos de final ha derrotado al checo Tomas Berdych por 7-6(6) y 6-4 para plantarse en semifinales del torneo canadiense de Toronto. Ha vuelto a ser una versión de Djokovic muy irregular, muy intermitente y con serias dudas en el servicio. Pero el carácter ganador indómito del de Belgrado le ha hecho sobrevivir y salvar un 6-3 en contra en el desempate del primer set para imponerse 8-6. En la segunda manga un break tempranero fue más que suficiente ante un Berdych pusilánime y que se muestra incapaz de superar la barrera psicológica que tiene ante los grandes del tenis.

Djokovic se enfrentaba a un jugador totalmente dominado. Totalmente a merced del serbio a tenor del cara a cara, 24-2. Pero luego todo eso hay que corroborarlo en la pista. El de Belgrado estaba dispuesto a ello, soltando la mano y pegando con limpieza a la bola. A Berdych le salvaban los puntos rápidos, saques y restos ganadores. En los peloteos largos el serbio sabía tener paciencia, no así el checo que acaba por errar.

Pero según avanzaba la manga Berdych daba mejor sensación que Djokovic. No aprovechaba sus primeras opciones de rotura merced a grandes restos que sorprendían a Djokovic. El número se escapaba de esa situación y a continuación metía el hachazo. En su primera opción de rotura y viniendo de un 30-0, se hacía con el 4-2 y se encaminaba ya a otro set a favor ante Berdych. A pesar de que las dudas volvían a la raqueta del serbio, Djokovic lograba retener el saque propio y poner el 5-2. Aquí vino el colapso. Berdych jugó más suelto, sin nada que perder y recuperaba el terreno perdido. Dobles faltas y errores teniendo la iniciativa condenaban al número uno que veía como se perdía la ventaja obtenida antes.

Y podía ser peor. Berdych iba con carrerilla y quería el 6-5 y saque. Djokovic no estaba nada a gusto en la pista. Muy apático y sin saber bien cómo jugar. El saque salvaba al balcánico con puntos rápidos y un saque directo. La manga finalmente llegaba al desempate con más emoción que buen juego por parte de ambos. Y sería un fiel reflejo de lo visto en el set regular. Muchos altibajos de los dos contendientes. Primero Novak, después Berdych aceptando los regalos del serbio y finalmente Djokovic. Gozaba el checo de 6-3 y dos saques, pero una doble falta y después un resto estratosférico le ponían en órbita. No se ablandaría más y favorecido por un Berdych desconcertado abrochaba el primer set por 7-6 con 8-6 en el tiebreak tras 1 hora y 10 minutos de juego. 7 winners de Djokovic por 21 fallos, 20 winners de Berdych por 31 fallos. Todo dicho.

El guion de la segunda manga no mejoraría en cuanto a tenis lo visto en la primera. Los dos protagonistas de la central del Aviva Centre de Toronto jugaban a tirones. Más regular y con más entereza en los momentos importantes Djokovic sin duda. Pronto se iba a marchar en el marcador aprovechando el desánimo del checo, todavía afectado por aquel resto cruzado de Djokovic con 6-4 que forzaba el error de Berdych y le servía de bote salvavidas. La fragilidad mental del centroeuropeo volvía a hacerse patente una vez más. En el siguiente juego merodeó la bola de rotura pero nada más. Djokovic se mostró más firme y regular que en el set anterior y no dejó escapar ya la ventaja adquirida.

Berdych se aferraba a su servicio para seguir la estela del número 1. Al resto lo intentaba pero sin éxito, muy fallón en los momentos importantes, tirando derechas lejos de su objetivo. Djokovic sin maravillar se acercaba a la línea de meta, sin necesidad de esprintar. En la recta de meta gozaba de 15-40 con 5-3 arriba para finiquitar el encuentro. Ahí Berdych tiró de servicio y de calma desde el fondo para escaparse. Probaría después a tentar los nervios del serbio como ocurriera en el primer set. Pero esta vez no, Djokovic aprendía de sus errores y sin dar lugar a complicaciones ponía el punto y final con el 6-4 que le metía en semifinales de Canadá. Raonic o Monfils en el horizonte.