¿Cómo se hace una pelota de tenis?

El sonido de una lata nueva de pelotas de tenis cuando se abre es como música para los oídos de los tenistas. Pero desde que esa pelota ha sido introducida ahí dentro hasta que se empezó a fabricar, ha pasado por un sistema de fabricación largo y muy estudiado. ¿Cómo se fabrica una pelota de tenis? A través de un vídeo documental, nos introducimos en la fábrica de Wilson para ver cómo se hacen y cómo se manufacturas las pelotas del US Open. Torneo que dará comienzo dentro de unas semanas.

La primera etapa en la vida de una pelota de tenis pasa por ser una gran lámina de caucho. Estas láminas se van introduciendo en una máquina, que va cortando las láminas y las funden para introducirlas en los moldes ya que el caucho se encuentra en un estado demasiado duro como para trabajar con él. El caucho es mezclado con otros productos para que la pelota bote más alto y su vida sea un poco más duradera. Una vez el material se funde, cae en un molde con forma de media esfera hueca.

Las medias esferas huecas se introducen en una máquina y se les aplica pegamento. Esta máquina pegará las dos partes, prensándolas y formando una esfera completamente perfecta. La máquina ya está programada para regular la presión adecuada dentro de la pelota, algo que los miembros de Wilson tienen estudiado previamente para crear su bola perfecta.

Pero este no es el final, todavía queda rematarla. A la pelota de caucho que se ha formado, se le pega por encima dos partes de felpa que encajan perfectamente la una con la otra, haciendo que no quede aire por dentro. El motivo de que se incluya esta felpa en la pelota es para permitir que sea más controlable. Al tener esos pelitos, se frena más con el viento, permitiendo que el tenista pueda controlar mejor la bola y permitir que el juego fluya de manera mejor. Se usa una felpa de color verde para que aumente la visibilidad, sin embargo, las hay de varios colores según la marca y el torneo. Una vez que ya están terminadas, se colocan en la posición correcta para recibir la impresión de la marca.

Una última máquina las mete dentro de una lata y las presuriza. Esto se debe a que de esta forma, la presión dentro de la pelota se mantiene hasta el momento de su uso. De ahí ese sonido tan característico cuando se abre la lata. Casi como si fuera un refresco.