Las cinco claves de la victoria de Murray ante Raonic en Wimbledon

Murray anuló a Raonic y con un tenis brillante se consagró en Wimbledon. En Punto de Break desgranamos 5 factores clave que hicieron declinar la balanza a su favor.

Nacho Mühlenberg | 10 Jul 2016 | 18.43
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Andy Murray consiguió su segundo título de Wimbledon y el tercero de Grand Slam venciendo en sets corridos a Milos Raonic por un marcador de 6-4, 7-6(3), 7-6(2). Murray disputó un partido muy completo: estuvo sólido con su primer saque, muy concentrado con la devolución de servicio y con pocos errores no forzados. En Punto de Break analizamos algunos aspectos claves de su juego que le llevaron a levantar su segundo título en el All England Lawn Tennis Club.

La devolución

El británico fue el mejor tenista al resto de los que se enfrentó Raonic en todo el torneo. Murray estuvo extremadamente preciso a la hora de devolver y contrarrestar los misiles de saque de Raonic. El canadiense apenas conectó 8 saques directos (el número más bajo del torneo; su media estaba en 22), pero esto fue mérito del británico, que dio una lección de tenis al resto. Se sacó la pelota del cuerpo, atacó con su derecha y de revés también supo encontrar los ángulos y huecos para hacer golpear al canadiense y poner la pelota en juego. Por el resto de Murray pasó una de las grandes claves del encuentro.

Baja cantidad de errores

Andy Murray bien podría apodarse “el paredón” o “el muro”. En una final de Grand Slam ante el todopoderoso Milos Raonic, en tres ajustados sets y sobre hierba, apenas cometió 12 errores no forzados en todo el encuentro. El escocés estuvo muy sólido desde el fondo de pista, no regaló más que contados puntos y gracias a su consistencia, hizo pensar más de la cuenta a Raonic, que, con el objetivo de encontrar hueco por donde ganar los puntos, arriesgó más de la cuenta. Los fallos, otro de los factores de peso que inclinó la balanza final: Murray, 12 errores. Raonic, 29.

Firme al saque

El número dos del mundo ganó 60 de los 69 puntos que disputó con el primer servicio, logrando un fantástico porcentaje del 87 por ciento. Concedió dos oportunidades de break, pero finalmente, las terminó remontando. No cedió el saque en todo el partido, la gran cantidad de primeros dentro le permitió tener la iniciativa y el servicio se convirtió de una de las armas fundamentales del partido.

Experiencia y mentalidad ganadora

El propio Murray reconoció al término del partido que esta vez disfrutó de la final, no como la primera vez que ganó el torneo en Wimbledon en el 2013, donde la presión se lo comió a pesar de haberse quedado con el trofeo de campeón. Murray tuvo la tranquilidad necesaria para competir sin pensamientos externos que atraigan dudas, nervios y sin sentir la extrema presión que tenía 3 años atrás, cuando hacía 77 años que un británico no reinaba en Wimbledon.

Passing shots

Si se quiere aprender a tirar passing shots de revés cruzado cortito, desde Punto de Break recomendamos firmemente visualizar el partido de hoy. Andy Murray dio una clase magistral de passings para todos los gustos, pero sobre todo se recreó con el angulito/muñecazo a dos manos con el que siempre le ‘rompía’ la cadera al canadiense. Sus restos y passings le crearon dudas a Raonic, que siempre veía como la pelota volvía a los tobillos o incluso ni la llegaba a tocar.