Nadal se libra in extremis de Zverev

Rafa Nadal sobrevive a los tremendos palos de Sasha Zverev y a una bola de partido en contra para vencer por 6-7(8), 6-0 y 7-5 y colarse en los cuartos de Indian Wells.

Rubén Pérez Serrano | 17 Mar 2016 | 02.32
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Rafa Nadal accede a los cuartos de final del Masters 1000 de Indian Wells en el desierto californiano tras sobrevivir a un continuo apaleamiento por parte de Alexander Zverev, el joven alemán de 18 años que dispuso de una bola de partido al saque en el tercer set pero que no pudo convertir. El manacorí se impuso en un partido vibrante por 6-7(8), 6-0 y 7-5 en 2 horas y 34 minutos. Cruzará con Isner o Nishikori en la antepenúltima ronda.

Un duelo entre generaciones. Un duelo de estilos. Un duelo por el pase a los cuartos de final de Indian Wells entre dos jugadores que tienen la línea de fondo como hábitat natural. Había muchas ganas de ver al joven alemán medirse contra un grande del tenis. Solo lo había hecho ante Murray en el pasado Abierto de Australia. Los primeros compases mostraron ciertas dudas en ambas raquetas, aun conociéndose y tanteando el terreno. Los saques sí que salieron rápidamente a relucir y fueron los que marcaron la tónica.

Rafa no acaba de estar cómodo con los intercambios pero resolvía al saque. Zverev aprovechaba a la mínima un saque blando del balear para desintegrar la bola y meter presión. En el quinto juego bajaron las prestaciones de Nadal y subieron las de Zverev al resto que con un revés a dos manos cruzado inmenso firmaba la primera rotura del choque. El alemán se aferraría a ese break como una lapa. Llegó a estar en un 93% de primeros saques ganados, justo en el juego en el que tenía que cerrar la manga y yendo con 30-0. Antes Rafa había tenido sus más y sus menos con el juez de silla Cedric Mourier que le había cantado una violación del código por proferir palabras obscenas. Nadal atónito expresaba su incredulidad alegando que era la primera vez que le pitaban algo así.

Rafa se mostró expeditivo al saque con rotura en contra y en el 5-4 metió el zarpazo y volvía a la vida en el set. Un Zverev muy tenso haciendo saque y red incluso con segundo veía como Rafa le pasaba y forzaba en los intercambios los errores del germano. La batalla del primer set parecía tomar el rumbo del desempate. El choque cogía cada vez más temperatura, con peloteos larguísimos, Zverev sacando a relucir un espectacular revés, tanto paralelo como cruzado. Firmando puntos de película, hacía levantar a la gente de sus asientos. Pero lo fundamental era ganar el set y lo conseguiría en la muerte súbita. Allí, Nadal no supo ser regular, con varios errores con su derecha, fallos en la decisión de los golpes y atrapadas monumentales como con 8-7 a favor tirando una derecha de ataque al pasillo. Así, el alemán, siempre con fe en sí mismo y con un saque estratosférico, cerraba por 10-8 el desempate y ponía el 7-6 en el marcador tras 1 hora y 9 minutos.

La historia del segundo set es la contraria en todos los sentidos a la del primero. Ninguno tipo de emoción, desigual desde la primera bola, muy breve y con un único jugador en pista, Rafa Nadal. El de Manacor salió con las ideas claras: Que si quería ganar Zverev iba a tener que jugar un set como el anterior. Y eso el alemán no le digirió. Pinchó por todos lados, fallando muchos intercambios, ganando tan solo el 20% de sus primeros saques, todo un seguro otrora. Tal es así que uno tras otro fueron cayeron los breaks para el español. El joven alemán de 18 años se dejó llevar claramente tras perder con una doble su segundo saque del set y el rosco parecía cuestión de tiempo. Rafa en modo Rafa, firme y con convicción, traspasando la pelota a cada tiro. Sin piedad se apuntaba por 6-0 el segundo acto.

Pasado el paréntesis que supuso el segundo set entrábamos de nuevo en la batalla de verdad. Y el alemán estaba presente en ella. Por fin ganaba un juego tras 6 consecutivos perdidos y eso suponía una inyección de moral brutal. A base de pedradas de derecha, con las que dejaba sentado al mallorquín, rompía el saque y se ponía 2-0. Volvían las dudas a Rafa que había cometido una doble falta, volvía la inspiración y el juego aplastante desde el fondo de este gigante de 18 años y casi dos metros de altura. Un gigante con pies ligeramente de barro. En el siguiente juego los errores le condenaban a perder la iniciativa que parecía conducirle al triunfo.

Nadal debía poner orden y autoridad en un set que no había empezado como él quería. Nada más lejos de la realidad. Volvía a ceder el saque ante un Zverev que había guardado la dinamita en el segundo set y la estaba sacando toda de una vez en el tercero. Aguantaba espartanamente en el fondo y sacaba a palos a Rafa de la pista. Una nueva rotura y esta vez sí, confirmada posteriormente con buenos y veloces servicios por encima de los 200 km/h.

Rafa se resistía como podía a perder por la vía rápida. El alemán de ascendencia rusa merodeó la doble rotura pero no fue capaz de hacerla efectiva. Las vidas de más que tienen el balear en estas situaciones, lo larga que es su sombra a pesar de que ya no es el de antes. El saque posterior de Zverev fue tremendamente sufrido, enfrentando bola de break pero Rafa no acertó con el tiro ganador y el alemán salvaba la papeleta de nuevo con excelentes saques. Se ponía 5-2 y toda la presión para el ex número uno del mundo.

Tras salvar su saque venía lo complicado, romper a Zverev. El alemán con nervios pero con valentía se fabricaba la bola de partido. Y ahí se le apagó la luz. Un gran ataque, se planta en la red y la volea casi a placer la estrella contra la red. A partir de ahí, todas las demás corrieron la misma suerte, contra la malla. Nadal estaba de nuevo en el partido, tras una bola de partido superada. El panorama tras esto cambió drásticamente. Rafa se vino arriba y el alemán se hundió. Más si cabe viendo que Nadal le zarandeaba de un lado a otro sin descanso. Zverev ya estéril en sus ataques. Su fe se había ido al traste.

El partido estaba totalmente desnivelado a favor de Nadal que rompía cómodamente el saque del teutón y con un extraordinario puntazo jugado por ambos cerraba la contienda tras 2 horas y 34 minutos. Grande la reacción de Rafa que sigue vivo en Indian Wells y ya está en cuartos y cruel el tenis con Sasha Zverev, que aprenderá y mucho de la oportunidad tan grande que ha tenido de batir a todo un Rafa Nadal. Partidazo sin lugar a dudas para el joven alemán.