La primera vez que Almagro ganó a Ferrer

A veces la vida te da sorpresas y el tenis, tiene mucho de experiencia en esto. Buenos Aires tendrá una enorme final entre Dominic Thiem y Nicolás Almagro, aunque ninguno partía con favoritismo para ello. El murciano cerró la jornada en Argentina amarrando un triunfo ante David Ferrer (6-4, 7-5) que le hará luchar mañana por un título ATP casi dos años después. Además, Nico dejó en el olvido la esa racha que le siempre le hacía caer ante el valenciano (15-0). Hoy la suerte estuvo de su lado.

David Ferrer no podía ocultar el cansancio que traía de su anterior partido (aunque pudo haber sido peor). Aun así, nadie dudó de que fuera a dejarse en la pista toda la reserva de su depósito. También Almagro, que llegaba aquí tras una enorme victoria ante un top10 como Tsonga y con la moral gritándole al oído ‘Sí se puede’. Era un choque bonito entre españoles con un balance pésimo para el tenista murciano, nada menos que 15-0 en contra cada vez que se enfrentaba al de Jávea. Quizá hoy fuera el día en que el tenis le sonriera y lograra aquello que nunca había conseguido,

La primera manga fue correcta, en ambas direcciones. Un solo break, en el séptimo juego, decantaba la balanza hacia el lado de Nico (6-4) y dejaba al público argentino tiritando. Hacía unos minutos acaban de ver cómo se despedía el principal favorito al título y vigente campeón a manos de un osado Dominic Thiem. Esta vez, era el segundo sembrado el que se encontraba en apuros, el último top10 superviviente del torneo. Enfrente, un ex gladiador de la arcilla porteña buscando recuperar esas sensaciones sobre polvo de ladrillo que le llevaron en su día a estar entre los mejores del mundo. Sensaciones muy parecidas a las de esta semana.

Después del aviso en el primer acto, Almagro quiso confirmar que aquello iba en serio, que realmente estaba preparado para batir a David y que, por primera vez en su carrera, iba a inclinar de manera consecutiva a dos top10. Y pasó. Todo cayó por su propio peso, con unos errores de más en la raqueta de Ferrer y un revés mágico en la muñeca de Nico, ése revés que solamente tienen algunos elegidos. Victoria merecida y de nuevo a la final de un ATP (22 en total) dos años después. Su último título data de hace ya cuatro temporadas (Niza 2012), tiempo suficiente para sumar un nuevo granito de arena a un tremendo historial.