Semifinales Us Open 2015 – Roger Federer vs Stan Wawrinka

La complicada historia de encontrarte un amigo al otro lado de la red lleva alimentando muchas tardes de tenis desde que este par de suizos militan en el vestuario ATP. Esta noche en Nueva York, un nuevo serial. Roger Federer y Stan Wawrinka encaran su semifinal en el Us Open 2015 con media sonrisa en el rostro pero con el recuerdo, todavía fresco, de los cuartos de final de Roland Garros. Allí el de Lausana pudo con el de Basilea en un partido que resultó un mero trámite para el actual número cinco del mundo. Tres meses después y con todas las circunstancias posibles a cambiar, la narrativa amenaza con ser muy diferente a lo sucedido en París. La buena noticia, entre comillas para el perdedor, es que todo quedará en casa y Suiza volverá a tener a un jugador patrio disputando la final de un Grand Slam.

A primera vista, puede parecer que ambos llegan de arrasar en los partidos previos sin apenas inmutarse, aunque es una sensación errónea que provoca el marcador. Federer, único jugador del torneo que todavía no ha dejado escapar un set, vuelve a unas semifinales de Grand Slam (y van 38) aplastando a quien osó interponerse en su camino. Ni siquiera Isner resultó ser una amenaza. Mientras que Wawrinka, que tan solo cedió una manga en su encuentro de cuarta ronda ante Young, sudó sangre durante toda la primera semana para cerrar en parciales corridos tres duelos frente a rivales del tercer escalón profesional y de apenas experiencia en este tipo de tinglados.. Aunque no por ello menos peligrosos.

Más de una década coincidiendo en las pistas y solamente dos años de rivalidad justa. Dos temporadas en las que el ‘verdadero’ Wawrinka se destapó como el gran jugador que es y pudo por fin toserle al ‘Big4’ y a cualquiera que se atreviese a saltar al otro lado de la red. En su historial particular (16-3), el de Lausana logró batir en tres ocasiones a su ‘hermano mayor’, todas en tierra batida. Esta noche todo será diferente, empezando por la superficie, continuando por la categoría del torneo y terminando por lo que hay en juego (Roger domina 4-0 siempre que cruzaron en una semifinal). Cierto es que en el último envite, cuartos de final de Roland Garros, acabó pagando Federer la cuenta, fecha que alimenta el morbo del encuentro con una dosis de venganza para rematar uno de los duelos más carismáticos del tour.

Con 34 años a sus espaldas y todas las metas conquistas en la vida, la pelea de Roger Federer se traslada a un ámbito individual donde solamente le queda seguir superándose a sí mismo. El 18º Grand Slam parece ser el gran objetivo a copar, ese que lleva más de tres temporadas resistiéndose. Ese que vuelve a quedarse a solo dos triunfos que atrapar. Por parte de Stan, se confirma el estatus de súper jugador simplemente viendo sus registros de los dos últimos años en majors. Nueve últimas participaciones, ocho de ellas alcanzando al menos los cuartos de final. Regularidad inapelable para alguien del que todavía se sigue dudando. Dos amigos y un botín esperando en lo alto de la mesa. Una vez más, que gane el mejor. Lo que sí es seguro es que gana el tenis.