Marin Cilic, un año después

8 de septiembre de 2014, Marin Cilic se proclama ganador del US Open después de endosarle una paliza a Kei Nishikori en la final. Antes, Cilic se había cargado en sets corridos a Tomas Berdych y a Roger Federer. Hizo creer al mundo que podía ser una alternativa al resto de favoritos en los grandes torneos pero un año después y a las puertas de llegar al US Open, Marin no ha demostrado prácticamente nada del tenis que le hizo asombrar al mundo durante dos semanas en Nueva York.

Porque muchos pensaban que ese US Open le serviría a Cilic de trampolín para hacer cosas importantes en el resto de torneos. Durante las dos semanas en Nueva York, pero sobre todo la última, el croata desplegó un juego increíble. Prácticamente imbatible al servicio, con una derecha que le corría una barbaridad y con un revés dañino. Le entraba todo. "Jugué el mejor tenis de mi vida", confesaba feliz Marin tras conquistar el título.

Después de aquello, muchos eran los ojos que situaban sobre el croata para ver si era capaz de volver a hacer lo mismo. Disputó el torneo de Beijing, en el que cayó en cuartos de final de manera fácil ante Andy Murray. Luego cayó en primera ronda del Masters 1000 de Shanghai ante Karlovic y después se hizo con el triunfo en el torneo de Moscú que le permitió meterse en la Copa de Maestros de Londres. Allí, rozó el ridículo después de ganar tan sólo 6 juegos en sus dos primeros partidos y volvió a caer en tres sets ante Wawrinka en el tercer encuentro del Round Robin.

2015 tampoco empezó nada bien para él ya que se vio obligado a bajarse del Open de Australia por una lesión en el hombro. Volvió a las pistas en Indian Wells, en marzo, aunque con poco éxito cayendo en su debut ante Juan Mónaco. En los siguientes torneos, no fue capaz de ganar más de dos partidos seguidos hasta Roland Garros, cayendo con estrépito en varios torneos como en Barcelona ante Víctor Estrella y en Roma ante Guillermo García López, ambos en su primer partido y en sets corridos.

La gira de hierba no le fue del todo mal, consiguiendo unas semifinales en Stuttgart y octavos en Queen's (en ambos derrotado por Troicki) para llegar hasta cuartos de final en Wimbledon, donde fue sufriendo todo el torneo ronda a ronda, llegando a necesitar cinco sets para vencer a Berankis y a Isner para caer en sets corridos ante Djokovic.

Cilic es el actual número 8 del mundo, su mejor clasificación hasta la fecha. Tiene 3.495 puntos por lo que los 2.000 del US Open le suponen casi el 58% del total de sus puntos. Además, defiende octavos de final en Montreal y Cincinnati. Resulta difícil pensar que con el nivel de juego que está demostrando a día de hoy pueda repetir estos resultados. Quizás sí pueda hacerlo en los dos siguientes Masters 1000 ya que por su posición en el ranking está exento de disputar primera ronda y según el sorteo, no le tocaría un rival de gran entidad hasta octavos o cuartos de final pero pocos apostarían por una nueva victoria de Marin en la gran manzana.

A diferencia de Stan Wawrinka, que sí que volvió a ser superior a sus rivales en varios torneos importantes después de ganar en Australia, Cilic no ha vuelto a enseñar apenas nada de aquel tenis que le hizo ganar un Grand Slam. A sus 26 años, aún tiene camino por delante y seguro muchas oportunidades para volver a intentar hacer algo importante en un Grand Slam. Irregular, tenista de inspiración o tocado por una varita en aquellas dos semanas. Lo cierto es que un año después, seguimos sin ver a aquel Marin Cilic que nos asombró a todos.