Novak Djokovic pasó apuros en la reanudación del encuentro aplazado ayer por falta de luz ante Kevin Anderson pero aprovechó la primera ocasión que tuvo para romper el saque a su rival y cerrar el partido al saque con un marcador de 6-7, 6-7, 6-1, 6-4 y 7-5.
A la hora marcada, los dos tenistas saltaron a pista para reanudar su encuentro cuando la lluvia hizo acto de aparición retrasando el partido. Por suerte, sólo fue una nube pasajera y el encuentro sólo se retrasó unos minutos. Anderson comenzaría sacando, algo importante en un set final ya que podría llevar el liderazgo en el marcador y poner una losa mental al rival durante todo el set que tendría que sacar siempre para igualar.
El sudafricano salió con la misma estrategia que mantuvo durante los dos primeros sets de ayer: atacar, atacar y atacar. Darle el menor ritmo posible a Djokovic y que golpeara la menor cantidad de pelotas. La principal causa de la remontada del serbio ayer fue que Kevin bajó un poco con el saque y que permitió a Novak ser quien llevara la iniciativa de los puntos.
Mal trago el que tuvo que pasar Nole en el cuarto juego ya que encaró dos bolas de break con 15-40 después de un par de errores por falta de concentración. Por suerte para él, supo reconducir la situación y las salvó con facilidad. En esta etapa del partido, comenzó a chispear de nuevo y los nubarrones no sólo se colocaron en el cielo de Londres sino sobre la cabeza de Djokovic que volvía a tener que remar para salvar su saque en el sexto juego después de afrontar un peligroso 40 iguales. Mientras, Anderson ganaba sus servicios en blanco, sin problemas.
Pero tenía que llegar. Anderson no podía seguir sacando de esa manera y Nole tendría su oportunidad, tarde o temprano. Fue en el undécimo juego. Después de un par de errores y dos dobles faltas, el de Johannesburgo afrontaba las primeras bolas de rotura. Sólo una necesitaría Novak para romperle el saque y ponerse con ventaja en el marcador. Ahí radica la diferencia entre un tenista y otro, Anderson tuvo su oportunidad y no supo o no pudo aprovecharla, Nole, lo consiguió a la primera.
Djokovic no desperdiciaría la oportunidad y terminaba el encuentro viendo como la bola de Kevin se marchaba larga a la vez que alzaba los brazos al cielo en señal de alivio. Ahora, en la siguiente ronda le espera Marin Cilic, de perfil similar al sudafricano y que ya en esa misma ronda el año pasado le llevó a un quinto set al de Belgrado.