El césped es una incógnita

Transcurridas dos semanas de la gira de hierba, muchas de las favoritas a conquistar Wimbledon han tenido resultados exiguos. Otras, ni siquiera han tenido rodaje.

Fabián Valeth | 21 Jun 2015 | 11.25
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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La temporada más corta del año va a medio camino. Solo faltan escasos días para que las puertas de Wimbledon rechinen y empecemos a vivir el torneo donde todos visten de blanco, las fresas con crema son el postre ideal y por tradición no se juega el domingo del medio. Es el evento donde hay más expectación.

La 'Catedral' del tenis exige una preparación casi rigurosa. Los y las tenistas llegan de la lenta arcilla a afrontar una superficie que está en el otro extremo. Es ir del cielo al infierno en un solo paso aunque en los últimos cursos la hierba haya sido ralentizada. Las rodillas juegan un papel importante acá por el bote más bajo de la pelota, que tiende a resbalar y, por ende, a demandar a las articulaciones. Hay que aceitar mucho más el slice y las voleas, enfocar el servicio, tener paciencia en las devoluciones, aprovechar al máximo los puntos de quiebre, adaptarse a las nuevas zapatillas...

Ante lo anterior, es casi vital contar con una buena adecuación a la superficie natural. Las semanas previas son trascendentales, ayudan a acoplar el cuerpo a las nuevas impresiones y permiten encarar el Grand Slam londinense con la confianza a tope. Sin embargo, este año quienes están llamadas a ser protagonistas han acumulado resultados adversos, muchas jugando solo un par de partidos y otras, en cambio, han optado por solo prepararse en los entrenamientos.

En este último caso apuntan Serena Williams y María Sharapova, quienes no han tocado –ni tocarán– el césped en un torneo antes de llegar a la capital inglesa. La estadounidense, máxima candidata a quedarse con la copa, hará esta maniobra por cuarto año consecutivo y teniendo en la memoria las agrias actuaciones de las dos últimas temporadas, donde no pudo estar más allá de la cuarta ronda. Aunque es cierto que la uno del mundo tiene todas las capacidades de reinar sin necesidad de contar con aclimatación (como pasó en 2012), no deja de ser una situación de riesgo para una jugadora que en París mostró que puede ser vulnerable. En tanto, la rusa acumula cinco temporadas al hilo pasando de Francia a Inglaterra sin hacer escala previa, lo que le ha dejado carentes resultados en Wimbledon, resaltando apenas la final perdida en 2011.

Para Petra Kvitova, quien tiene el reto defender el plato de campeona, el roce con el césped empezará apenas esta semana en Eastbourne, donde parte como primera preclasificada. Aunque casi siempre significa un riesgo poner el cuerpo en competencia la semana previa al inicio de cualquier torneo grande, la tenista checa ya aplicó la misma fórmula en 2011 y 2014 y como resultado terminó en lo más alto del podio. La carrera en la ciudad sureña de Inglaterra puede demostrar qué tanto puede dar Kvitova en la Catedral del tenis, donde su potente servicio y sus palos de derecha son el tándem para soñar con la reválida. Otras de las que inician su aventura en el piso verde de Eastbourne son Lucie Safarova, Caroline Wozniacki o Ekaterina Makarova, todas con chances vivas de poder pensar en grande en el penúltimo major.

En tanto, Simona Halep o Ana Ivanovic han visto cómo sus primeras experiencias en la grama han sido insípidas. La rumana solo tuvo combustible hasta los cuartos de final de Birmingham donde cedió ante una genial Mladenovic que se hace potente ante la velocidad. En cambio, la serbia no pudo trasladar su buen momento en Roland Garros al torneo inglés y apenas en el debut se vio sorprendida por la portuguesa Larcher de Brito, instalada allá del 140 mundial, demostrando que le faltan acoples y ajustes; pasos tan importantes en un torneo donde solo una vez ha pisado semifinales.

Imposible no abordar a Eugenie Bouchard y el reto que tiene encima en Wimbledon. Defender la final parece ser una utopía para la canadiense que no encuentra el norte en un barco que parece tener como destino final el naufragio. Las sendas caídas en su estreno tanto en ‘s-Hertogenbosch y Birmingham reafirman el momento tan deslucido que lleva, tanto que la tiene a un paso de salir de la élite. Bouchard, capaz de todo y a la vez de nada, deberá apelar incondicionalmente a la memoria emotiva en el Reino Unido.

Así, a poco de que inicie el tercer Grand Slam del año, todo parece ser estar envuelto en misterio, en una verdadera incógnita. Los primeros tres torneos sobre césped han visto campeonas de segunda o tercera línea, mientras las favoritas se van con las manos vacías. Al contrario, ha entregado un trío de naipes que serán de cuidado en la tercera gran estación del año: Sabine Lisicki, exfinalista de Londres, o Angelique Kerber y Karolina Pliskova, quienes cuentan con armas excepcionales para hacerse fuertes en la veloz superficie y este domingo se miden en el partido decisivo de Birmingham. Es momento de empezar a apostar por las favoritas en un Wimbledon que puede llegar a ser una verdadera caja de sorpresas.