Nadal se despide de Queen's

Rafa Nadal no pudo debutar con victoria en Queen's. El balear cayó (3-6 7-6 4-6) en la primera ronda del torneo inglés a manos del ucraniano Alexandr Dolgopolov, número 79 del mundo. En condiciones notablemente distintas a las de Stuttgart, el español no mostró las mejores sensaciones con su servicio y compitió sin afrontar bolas de rotura a favor en las dos primeras mangas.

De la seca pista de Stuttgart, la cual Nadal pisa al tercer día de competición, al húmedo e intacto pasto de Queen's y ante un rival de tan difícil lectura y control como es Dolgopolov. Desde ahí, la irregularidad con su servicio narra su partido ante el siempre peligrosísimo Alexandr, que arranca el encuentro con quiebre, aprovechando una de las 4 bolas de break que se procura en el primer parcial.

El resto. Es la asignatura pendiente de Nadal como parámetro para medir su continuidad en los partidos en una superficie tan radical. Ante el 59% de primeros de su oponente, Nadal solo se hace con 2 de los 16 puntos que devuelve ante un primer tiro. Sin oportunidades para igualar el encuentro, con cierta resignación, Nadal busca su oportunidad en la segunda manga, con los turnos al servicio prácticamente intocables a ambos lados de la red.

Dolgopolov, de pulso cardíaco imprevisible, se relaja en el segundo parcial. No hace suyo ninguno de los 11 puntos restados sobre segundo servicio, anotándose únicamente cinco puntos al resto en una manga llevada al tie break. Allí, el ucraniano levanta un 1-3, se coloca 5-3 y llega a tener bola de partido. Nadal salva la papeleta y camina, en el inicio del set definitivo, con break arriba.

En la primera pelota de rotura a su favor en todo el partido, Nadal quiebra. Se pone 3-1 y recobra el ánimo en un partido donde no ha tenido su servicio como un arma tan definitiva como en su victoria en suelo alemán -menos aces, menor variedad-. Sin embargo, su drive vuelve a mostrar lagunas en aceleración. Afina su volea a la perfección pero no presenta el equilibrio entre servicio y golpes de fondo que se podía intuir. El abismal esquema de juego de su rival, siempre acechante. Con 4-3 y servicio, Dolgopolov rompe.

De nuevo una ventaja en el marcador desbaratada. Salvar un matchball en el segundo pero caer en multiples errores desde el fondo cuando el partido se decide. Del 3-1 al 4-6, un parcial de 5 a 1 en contra, que deja a Nadal sin competición hasta Wimbledon. La hierba, la superficie del cara o cruz, no perdona.