Se respira en el aire una mística diferente cuando un "tal" Rafael Nadal salta a jugar en la Philippe Chatrier. Es el hombre a batir del torneo, el dueño absoluto e indiscutible de la última década en París y el jugador al que todos los rivales le tienen ganas. Sin embargo, el respeto que impone es tal que el mallorquín infla el pecho, se llena de confianza y sale a la cancha convencido de que podrá derribar cualquier oponente que se le ponga enfrente.
Hoy no fue la excepción y en un ambiente un tanto gris y algo apagado del público francés en la pista central, el mallorquín venció a Nicolás Almagro por 6-4, 6-3, 6-1, agrandó su récord de victorias y derrotas a 68-1 en la tierra parisina y selló su pase para la tercera ronda de Roland Garros. Nadal salió del vestuario muy decidido a buscar a su rival para tener control del partido desde el inicio. No estaba para sustos y quiso marcar territorio desde el arranque del encuentro ganando pista, teniendo la iniciativa e imponiendo su ritmo de pelota. No dudaba en dar un pasito y pegarle a la bola. No quería bajo ningún concepto que Almagro pudiera tener comodidad a la hora pegar ni que lo hiciera con los dos pies bien plantados, quería moverlo y forzarlo.
El vigente campeón y actual cabeza de serie número 6 del torneo, fue capaz de conectar 31 tiros ganadores, dos menos que Almagro (33) pero apenas cometió 16 errores no forzados en todo el encuentro. Estadística en la que saca mayores diferencias respecto a su rival ya que el murciano elevó hasta 38 sus fallos. Nadal no solo estaba sólido desde el fondo de pista a la hora de imapctar con su raqueta sino que también se le veía fresco de piernas, se movía como un ángel por la pista que le trae "muy buenas sensaciones" como reconocía al término del encuentro y en la que añadía que la Philippe Chatrier es "la más importante de mi carrera".
Nadal sigue avanzando en París, se sacó de su camino y de manera cómoda a un rival a prioi incómodo y pasito a pasito y en silencio va mostrándole al mundo entero que él es el Emperador de Roland Garros.