Nick Kyrgios, un prodigio de cristal

Nick Kyrgios, una de las cabezas visibles del relevo generacional en el tenis masculino, ha encontrado en su cuerpo a su peor enemigo. A punto de cumplir 20 años, el caso de Kyrgios es otro ejemplo de que la propensión a las lesiones no entiende de estilos de juego.

Este joven australiano utiliza un tenis directo, agresivo y tan acelerado que incluso resulta perjudicial en ocasiones. Noqueó a Rafael Nadal en la última edición de Wimbledon y es el número 34 del mundo (ningún jugador de su edad le supera en el ranking). Sin embargo, las lesiones le han convertido en un tenista intermitente en el circuito.

Durante los primeros meses de 2014, Kyrgios causó baja en Brisbane por una lesión en su hombro derecho, y en los torneos de Delray Beach y Acapulco por una lesión en el codo derecho. Antes de Roland Garros, se retiró durante un partido de la fase previa de Düsseldorf por una lesión de hombro.

Los problemas físicos de Kyrgios volvieron en agosto, cuando el australiano no disputó el Masters 1000 de Cincinnati por una lesión en su antebrazo izquierdo. A finales de septiembre, tras el torneo de Kuala Lumpur, Kyrgios concluyó la temporada por la misma lesión. Renunció a los torneos de Tokyo, Shanghái, Estocolmo, Basilea y Paris-Bercy, todos ellos previstos en su calendario.

Año nuevo, lesión nueva. Kyrgios renunció a la Copa Hopman debido a unas molestias en su espalda. Tras el Open de Australia, una prueba médica reveló que Nick sufría estrés óseo en una vértebra lumbar. Esta lesión le apartó de los torneos de Marsella y Dubái, así como de la eliminatoria de Copa Davis que el equipo australiano disputó en República Checa.

Kyrgios reapareció en el Masters 1000 de Indian Wells. En la segunda ronda, cuando acariciaba una victoria de cierto prestigio ante Grigor Dimitrov, una torcedura de tobillo le condicionó en la fase final del partido, siendo derrotado.

Las posteriores pruebas médicas indicaron que los ligamentos de su tobillo estaban afectados. Desde entonces, Kyrgios se ha visto forzado a renunciar a los Masters 1000 de Miami y Montecarlo.

Hombro, codo, antebrazo, espalda y tobillo. En total, Kyrgios ha renunciado a 15 eventos desde enero de 2014. La gran esperanza australiana en la próxima década ha transmitido destellos de grandeza a su edad, pero también una fragilidad inquietante. La fase previa de Barcelona será el escenario de la reaparición de Nick, si su cuerpo no dice lo contrario.