En Galati, a orillas del río Danubio, Garbiñe Muguruza levanta a España ante Rumanía en la primera ronda del Grupo II mundial de la Fed Cup. Tras un período de incertidumbre, Garbiñe eligió su país de adopción para convertirse en la “Ñ” del tenis femenino español, y hoy, frente a Irina-Camelia Begu (no.34 del ranking WTA), superó con éxito un debut incómodo.
La previsible derrota de Silvia Soler ante Simona Halep convertía la victoria de Muguruza en obligatoria para el equipo español. En un duelo de intercambios cortos entre dos pegadoras que superan los 180 centímetros de estatura, Garbiñe comenzó algo nerviosa y fría como la nieve caída sobre la ciudad rumana. Sin embargo, solventó con madurez sus primeros problemas al servicio y evitó un lastre en el marcador.
Fue a mediados del primer set cuando Muguruza aumentó la intensidad de sus piernas y comenzó a sacar provecho del segundo servicio de Begu. Con sus pies instalados sobre la línea de fondo, Garbiñe mandaba en la pista. Begu intentaba mantener el ritmo de pegada de la española, pero la fiabilidad de sus golpes era muy inferior a la de Muguruza.
La jugadora española se mantuvo firme, fiel a su patrón de juego y sin dudas en el momento de culminar el triunfo: 6-3 y 6-2. Garbiñe ya gana para España, pero el objetivo del equipo nacional dirigido por Conchita Martínez en Rumanía se mantiene lejano.
El tercer duelo de esta eliminatoria que enfrentará a las dos números uno, Simona Halep y Garbiñe Muguruza, marcará el comienzo del desenlace de la batalla entre rumanas y españolas, que terminó en empate este sábado.