Federer apabulla a Raonic y alcanza su sexta final en Cincinnati

La semifinal entre Federer y Raonic nos permitía despejar varías incógnitas que rodeaban a ambos contendientes. El bajón físico y tenístico del helvético la semana pasada en la final de Toronto contra Tsonga (después de haber disputado dos partidos consecutivos a 3 sets, eso sí) levantaban sospechas sobre sus posibilidades ante un jugador como Raonic, poseedor de una potencia desmedida. En el caso del canadiense, la mayor duda es si ya había alcanzado el nivel de madurez que le permitiese derrotar por primera vez a Federer después de haber sufrido 5 derrotas en los 5 partidos en los que sus caminos se habían cruzado.

10 años separan a los actuales 3 y 7 del mundo. El tenis del pasado y el tenis del futuro frente a frente. Este era el caldo de cultivo en el que se cocía el, a priori, gran encuentro de la jornada en Cincinnati.

El partido se retrasó más de una hora debido a la larga duración de la fantástica semifinal que disputaron Ana Ivanovic y Maria Sharapova. Con un público ya entregado al disfrute del tenis salían ambos jugadores a la cancha.

El primer juego al saque de Federer resultó toda una declaración de intenciones. Ace, resto al clavo, ace, error fuera. 42 segundos. En el primer turno de saque de Raonic, dos saques del canadiense fuerzan dos errores del suizo con el resto. Los siguientes dos puntos el helvético los mete en pista y se lleva ambos puntos con suficiencia. 30-30. Esa situación pone nervioso a Milos que comete doble falta y concede bola de break. El helvético consigue devolver el saque del canadiense que envía la pelota fuera y concede el break. Federer tarda en sacar el saque adelante 1 minuto y 8 segundos. El expreso suizo empieza a recordar al de sus mejores tiempos. Para lo bueno y para lo malo. Con el 3-0 se relaja y baja una marcha en los servicios de Milos para concentrarse en los suyos. Aún así, si Milos no gana el punto directamente con su saque, el punto es prácticamente siempre para Federer. Raonic está absolutamente dominado. 4-1 para el suizo con 17 puntos a su favor, 6 para su rival.

Ambos contendientes conservan su saque para llegar al 5-2. El partido pierde tanto el tono competitivo que empieza a parecer un calentamiento de exhibición. La superioridad del helvético es tan grande que consigue tener punto de set apretando mínimamente el saque de Raonic, que lo concede con otra doble falta.​

En 27 minutos Federer se lleva un set que nos deja del lado del suizo una hoja de estadísticas impropia de un partidos ante otro top10. 16/16 de puntos al saque. 10 ganadores por 1 error no forzado. 2/2 en bolas de break. Un paseo militar total y absoluto.

Al principio del segundo set Raonic el partido sufrió un cambio radical y se igualó de forma súbita. Raonic subió el nivel y Federer que, dado la poca oposición que encontraba, ya se había relajado ligeramente, lo subió a su vez. Dentro de esa recién estrenada igualdad y concediéndose varias posibilidades de break, ambos fueron sacando sus saques adelante. Federer, al que no se le ha olvidado cuando y como se ganan los partidos, cuando llegan al 4-3 a su favor y saque para Raonic sabe que es su oportunidad de finiquitar el partido. Busca la bola de break y la encuentra. Raonic aguanta la primera acometida, pero el suizo persevera y logra una segunda bola de break, que esta vez si convierte. 5-3 y saque.

El helvético llega al punto de partido con 40-30. Raonic obliga a Roger a ganarle pasándole en la red con el revés, que se le va al clavo. 40-40. Roger emulando a su entrenador, hace saque-red y logra el segundo punto de partido. El helvético esta vez no lo desaprovecha y se lleva el partido.​

Sexta victoria del suizo en seis enfrentamientos contra el jugador más destacado del Relevo 1.0. El premio de esta victoria es el pase a la octava final del curso para el de Basilea (tercera en Masters 1000). De esas siete finales previas el helvético claudicó en cinco de ellas (incluidas las tres de Masters 1000), lo que demuestra que vuelve a tener la regularidad de antaño (no en vano es el jugador que más victorias ha logrado esta temporada. Mérito doble teniendo en cuenta que es el jugador más veterano del top20) pero llega muy justo de fuerzas para afrontar esa ronda final con la garantía de su juventud. Mañana se enfrenta a David Ferrer, un jugador al que, al igual que ocurría con Raonic, ha ganado en todos los partidos en los que se han enfrentado hasta ahora, un impresionante total de 15 veces.

Es la sexta final de Cincinnati a la que llega Federer. Las cinco ocasiones anteriores se proclamó campéon del torneo. Las estadísticas parecen caer claramente del lado del suizo. ¿A la decimosexta será la vencida para Ferru? ¿O la final de mañana significará el título 22 de Masters 1000 para Federer después de dos años de sequía (desde Cincinnati 2012, precisamente)?

Sin duda esta es una final para no perderse.​