Nadal: "Superar o no a Federer no definirá mi carrera"

Es un hombre situado en las faldas de la montaña más escarpada. Lo que tiempo atrás se antojaba tarea de colosos ahora parece ser acunable entre las yemas de los dedos. Esa propensión tan inherente al ser humano a anticiparse a los acontecimientos, a dar por hecho tareas de incalculable mérito juzgando eterna una inercia actual, lleva a Rafael Nadal a parar los pies de los inquisidores en una rueda de prensa tras otra. Palabras como 'número 1 del mundo' o 'récord de Grand Slam' martillean una y otra vez los tímpanos del balear.

En una semana marcada por la posibilidad de poner el rubro sobre lo primero, ya habrá tiempo para hablar de ello, el de Manacor responde con cautela al ser interpelado respecto a lo segundo. El número 2 del mundo camina en Pekín sobre un racha de 19 victorias consecutivas, y es el hombre del año con 10 títulos, habiendo alcanzado la final en 12 de los 13 eventos disputados. Una auténtica resurrección deportiva tras abordar la baja de competición más larga de su carrera.

Su retorno a la cima del deporte quedaría culminada esta semana si el balear destronara del número 1 al serbio Novak Djokovic, mérito que haría suyo alcanzando la final en el Abierto de China. Con más de 3.000 unidades de renta en la clasificación que mide los esfuerzos del año, parece una mera cuestión de tiempo la sucesión al trono masculino en favor del mallorquín. De manera que la discusión, siempre ávida de narrativas, comienza a virar hacia frente más elevados.

Una de ellas viene constituida por la posibilidad de que el mallorquín rebase el record de 17 coronas grandes en poder de Federer. El número 2 del mundo estiró su cuenta particular hasta los 13 cetros hace apenas tres semanas al abordar con éxito su segundo título en Flushing Meadows. En días recientes, tanto Andre Agassi como Pete Sampras, mostrando sus argumentos respecto a la identidad del mejor tenista de todos los tiempos, concedían el beneficio de la duda al balear respecto al helvético, en virtud de su camino recorrido y sus evoluciones de futuro.

Nadal, tras poner la primera piedra ante Giraldo (6-2 6-4) en territorio chino, respondía restando importancia al récord. "Si eso sucede o no, no definirá mi carrera. Lo único que tengo claro es que cuando abandone el circuito, lo haré muy contento de todo lo que hice. He intentando cuanto ha estado en mi mano durante los entrenamientos, en cada partido. Lo di todo. Cuando das lo mejor de ti cada día, eso es todo lo que puede hacer. Creo que yo lo hice. Por eso voy a ser feliz".

El balear enfrentará en segunda ronda del ATP 500 de Pekín al alemán Philipp Kohlschreiber, a quien domina con comodidad en el enfrentamiento directo (10-1) pero ante quien ha sufrido tradicionalmente en cemento (cedió mangas en los seis precedentes competidos en tal superficie).