Roger Federer: una nueva cita para la historia

El suizo jugará la octava final del Masters contra el serbio Novak Djokovic después de deshacerse de Andy Murray

Julio Muñoz | 12 Nov 2012 | 01.53
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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Roger Federer jugará contra Novak Djokovic su octava final de la ATP World Tour Finals, donde ya acumula seis triunfos, siendo el tenista que más veces ha ganado el torneo que reúne a los ocho mejores del mundo.

Los detractores de Roger Federer acusan al suizo de tener un palmarés demasiado grande para su juego. 17 títulos de Grand Slam o 21 Masters 1000 son atenuados por muchos, por el simple hecho de que varios de ellos los consiguió cuando ni Andy Murray ni Rafa Nadal ni Novak Djokovic andaban aún por la élite. Y si miran las estadísticas quizás tengan razón. 6 de sus 17 grandes y 8 de sus 21 Masters 1000 fueron conquistados antes de 2006, cuando ni el serbio ni el escocés eran jugadores del Top 10, y Rafa Nadal, que ya había despuntado en 2005, aún estaba en fase de crecimiento, especialmente en las citas sobre pistas rápidas.

Roger Federer estará en la final del Masters de 2012. Foto:zimbio.com

Sin embargo, lo que nadie puede discutir es que Roger Federer es un tenista diferente, de esos a los que conviene nunca dar por muerto, más que nada porque nunca muere. Contra Andy Murray, el helvético volvió a estar contra las cuerdas, y volvió a levantarse, como siempre, como ya hizo en el pasado Wimbledon tras dos años y medio sin conseguir ganar un grande.

Empezó desacertado sin esa derecha eléctrica tan propia de él, y con un segundo saque que era una bendición para Murray. Incapaz de ver la luz se llegó a verse con break abajo y en el abismo de una nueva derrota contra el escocés, la que hubiera sido su tercera consecutiva con el de Dunblane.

Un cambio de ciclo, que dirían muchos, el que se avecinaba. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, se levantó, remontó el set y acabó dando un recital ante la desmoralización de un Murray que veía en sus ojos una repetición de la final de Wimbledon.

Y es que a Roger poco parece importarle el rival, la edad de su contrincante o siquiera el escenario. El siempre juega a lo mismo, a depender de él porque se sabe que no hay mejor manera de ganar los partidos que no traicionando su estilo y no esperando el fallo del rival.

Y quizás, esa forma de jugar siempre proponiendo y nunca especulando, sea la que le lleve a jugar siempre en casa, como en la semifinal, donde las banderas suizas abundaban y eran mayoría y los aplausos hacia el helvético claramente superiores a los que recibía el ídolo local, situación que por cierto se viene repitiendo allá por donde va.

Federer siempre juega en casa.

La final con Djokovic

En la final, le espera Novak Djokovic. El hombre al que arrebató la racha de 41 partidos invicto en su mejor encuentro de los últimos años. El jugador al que ha sido capaz de vencer en los dos últimos duelos disputados. El mejor tenista del mundo, contra el mejor de la historia. Tremendo.