La relatividad de los premios ATP

Los premios que reparte la ATP suelen tener siempre elecciones de ganadores que generan polémica

Julio Muñoz | 18 Oct 2012 | 13.33
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En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
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La ATP ha dado a conocer la lista de nominados para ganar los premios que como cada año a final de temporada entrega al "jugador más deportivo", al tenista con más "progreso del circuito" o al "regreso" más significativo. Galardones todos ellos que gozan de una cierta popularidad entre los jugadores, pero que pueden resultar en cierta forma, relativizados en su importancia según quién o quiénes lo ganen.

Uno de los premios más destacados por los tenistas es, sin duda, el de la deportividad, llamado Stefan Edberg en honor al legendario tenista sueco que durante muchos años mantuvo una conducta impoluta en la pista. Votado por los jugadores, según la ATP, el ganador debe de ser aquel que muestre una conducta basada en el más alto nivel de profesionalismo e integridad y que además promocione el juego a través de actividades fuera de la pista. El espíritu deportivo se sobreentiende. Este año, los aspirantes son Roger Federer, Juan Martín del Potro, David Ferrer y el croata Marin Cilic.

Resulta interesante que sean los jugadores quiénes decidan el vencedor del premio, porque son ellos mejor que nadie los que se conocen entre sí. Ahora bien, parece que detrás de todas estas votaciones, se pretende vender la imagen de un circuito mediático donde las estrellas son las que más brillan a todos los niveles. En ese sentido, no hay nada mejor que quién gane el trofeo, pueda resultar un buen embajador de la ATP.

Basta con revisar el palmarés del torneo para comprobarlo. De las 29 ediciones del torneo, siete han sido vencidas por Roger Federer, cinco por Stefan Edberg y cuatro por Patrick Rafter. Rafa Nadal, Mats Wilander o incluso Yannick Noah han sido también premiados en alguna ocasión. Todos ellos grandes estrellas del tenis en la actualidad, o en su día. Muy pocos fueron los tenistas de segundo nivel que pudieron hacerse con el galardón. Ni siquiera el paquistaní Aisam-Ul-Haq Qureshi, candidato el año pasado por formar parte de un doble con el indio Rohan Bopanna, pudo ganar el premio a pesar de su bonita propuesta de mediar a través del tenis con los conflictos políticos.

Incluso algunos lo hicieron de una forma un tanto extraña, puesto que no fueron ejemplos precisamente de una conducta intachable en los años que se proclamaron ganadores. Roger Federer, por ejemplo, ganó el galardón en 2009 después de una temporada en la que rompió una raqueta en su semifinal de Miami contra Novak Djokovic.
Una imagen pésima que transmitir a los aficionados y en especial a los niños, aunque en favor del suizo juega eso sí, que fue sólo una excepción a la caballerosidad y elegancia que ha mostrado a lo largo de su carrera.

Rafa Nadal, más allá de que tuviera razón o no, protagonizó en 2010 la temporada que se llevó el premio una acalorada discusión con el juez de silla Carlos Bernardes en un partido de la ATP World Tour Finals contra el checo Tomas Berdych. No es el balear un tenista que acostumbre a estos incidentes, pero el hecho de tenerlo ese mismo año de salir triunfador quizás no fue lo más acertado.

Este mismo año, sin ir más lejos, dos de los aspirantes, Del Potro y Federer protagonizaron un inicio de partido en Indian Wells muy polémico, que llevó al argentino a detener algunos minutos el encuentro y protestar reiteradamente una bola que el consideraba que había sido a su favor.

Incluso David Ferrer, otro nominado para el galardón y generalmente un deportista muy deportivo, tuvo una salida de tono en el US Open 2008 protestando a una juez de silla en actitud machista después de recibir un "warning". Si bien es cierto que a su favor juega que el alicantino es uno de los hombres que más bolas suele conceder al rival si la ve buena, especialmente en tierra batida.

Sólo Marin Cilic parece salvarse de no haber tenido nunca un incidente, aunque no sabemos sí su nominación se debe más bien a haber sido parte de uno de los incidentes más recordados en la temporada, el que protagonizó David Nalbandian en la final del torneo de Queen´s al agredir involuntariamente a a un juez de línea.

Lo que está claro es que la elección siempre resulta discutible. Si bien es cierto que ya de por sí es una decisión complicada designar un vencedor al premio más deportivo, quizás si que habría que buscar criterios más objetivos para poder obtener así un triunfador posiblemente más justo.

Los otros premios

Algo que tal vez sí que ocurre con los demás premios. Por ejemplo en el “regreso del año”, que mide la evolución del tenista en la última temporada tras un periodo de larga lesión, el ranking juega un papel decisivo y en ese sentido, a nadie se le escapa que los nominados de este año, Brian Baker (ha ascendido del puesto 456 al 62), Tommy Haas (205-21), Paul Henri Mathieu (sin ranking-102) y Sam Querrey (93-26) son justos aspirantes.

Haas es un aspirante a ser "el regreso del año". Foto:atpworldtour.com

Lo mismo puede decirse de la “aparición del año”, que mide el tenista que más ha impactado en la campaña. Ahí tanto, el belga David Goffin , el polaco Jerzy Janowicz, el eslovaco Martin Klizan y el ruso Andrey Kuznetsov pueden presumir de ser candidatos gracias a su salto espectacular en la clasificación.

En cualquier caso, lo que está claro, es que los premios ATP siempre traen mucha cola.