Serena Williams conquista Wimbledon

6/1 5/7 y 6/2 fue el resultado final de un gran partido por ambas partes

Pedro Gutiérrez | 7 Jul 2012 | 18.22
facebook twitter whatsapp Comentarios
En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.
En Puntodebreak encontrarás toda la actualidad y noticias de tenis, así como fotos de tenistas e información de los torneos ATP y WTA como los Grand Slam y Copa Davis.

El público cae rendido ante ella, es Serena Williams y acaba de derrotar a Agnieszka Radwanska en un gran partido por ambas partes que ha hecho vibrar a la central de Wimbledon. Cae con el cuerpo inerte sobre el verde césped. Manos a la cabeza. Es su quinto cetro sobre hierba. Es su jardín.

El partido comenzó como se esperaba, con una apabullante Serena y una polaca debutante agarrotada por los nervios. Todo esto condujo a lo que casi fue un rosco pero que dejó paso a un 6/1 con una tímida reacción de Radwanska que poco a poco se fue haciendo al lugar y la ocasión.

El partido de paró un tiempo por la lluvia, y se decidió no cubrir para salvaguardar la esencia del torneo que es superficie de hierba al aire libre. En la reanudación Serena seguía llevando el tempo del partido con break a favor, pero en pleno 6/1 4*/3, Agnieszka dio un nuevo paso al frente. Plantó una señora batalla y luchando cada bola como si del final del partido se tratara consiguió hacer el break de nuevo a Serena (la polaca hizo un 2/2 en bolas de break en todo el encuentro, mientras que Serena firmó 5/15). El partido entró en una fase preciosa donde la polaca parecía dispuesta a plantar cara y vaya si lo hizo, finalmente su reacción quedó patente en el marcador y el 7/5 del segundo set así lo reflejó. Un esfuerzo con recompensa que fijaba el camino a seguir.

El tercer set comenzó apasionante hasta que en el 2/2 Agnieszka bajó de revoluciones y Serena aprovechó la ocasión. Desde ese momento volvió a aparecer la versión apabullante de Serena Williams al servicio y la presión en el resto hizo lo demás. Agnieszka poco a poco se desinfló como si su objetivo fuera conseguir una bonita y luchada final sin tener el título como un objetivo marcado a sangre. Ahí, en el final del partido, vimos a la mejor Serena, la de los últimos días; se había dejado enredar por Agnieszka según transcurría el encuentro hasta verse envuelta en un tercer set peligroso, pero los aces (esta vez fueron 17) acudieron de nuevo en su ayuda y le permitieron sacar adelante un partido que corona a la norteamericana como una de las mejores jugadoras de la historia en general y que hayan pisado Wimbledon en particular.

Al margen de la gran imagen que ha ofrecido Serena en todo el torneo, con capacidad de dominio y capacidad de sufrimiento, con unas estadísticas al servicio espectaculares (hoy sólo fue un 56% de primeros, 25% menos de la media del resto de encuentros, explicable por la presión de la final y por el buen hacer de la polaca al resto que le hacía forzar aún más la máquina) y una concentración digna de elogio. Conviene hablar, también hoy, de Agnieszka Radwanska. Poco a poco esta tenista de Cracovia sigue subiendo escalones. Se colocará como número 2 de la WTA a un pequeño paso de Victoria Azarenka, este lunes nueva número 1. Cuando hablamos de ella tras su victoria en el torneo de Miami ya nos temíamos que estaba destinada a ser una líder de la WTA y su temporada así lo anunciaba. Ya entonces hablamos de que para conseguirlo debía dar un paso al frente en los cuatro grandes del año pues nunca había pasado de cuartos de final. Ahora ha dado ese paso y el siguiente objetivo es ganar un Grand Slam y ser número 1 de la WTA. Superficies como las de Estados Unidos le favorecen a su juego así que puede dar mucho que hablar en las US Open series y en el US Open, aunque antes habrá que ver su nivel en los Juegos Olímpicos de nuevo sobre hierba.

Hoy disfrutamos de una final de 2 horas, donde vimos dos estilos muy diferentes enfrentados, con fases del partido muy distintas y con muchas opciones. Serena con carácter y Agnieszka más introvertida ambas se echaron hacia adelante y supieron dar un espectáculo digno de elogio y muy de agradecer tras dos finales de Grand Slam este año mucho más decantadas desde el principio.

Serena que basó su juego en el servicio y en la potencia se encontró con una Radwanska que cuando se soltó supo mostrar la gran amplitud de recursos que posee y su enorme capacidad de contra-ataque que a todos los amantes del buen tenis nos sigue maravillando y encandilando. Supone contener a Serena y sus 58 winners, subió a la red, buscó efectos, tiró passings, metió globos y pegó tanto de derecha como de revés corriendo si hacía falta y buscando la línea cuando la ocasión lo merecía. De juego estuvo impecable, únicamente faltándole algo más de competitividad e instinto agresivo en según qué momentos.

Si la versión de la polaca fue buena, mejor aún la de una Serena que vuelve, dos años después, a proclamarse campeona de un Grand Slam. Casualmente, o no tanto, en el mismo escenario: el All England Tennis & Croquet Lawn Club. Donde precisamente dentro de un par de semanas lo que se jugará serán 3 medallas y la gloria olímpica, probablemente su última gran ocasión y donde ha fijado su objetivo desde hace ya mucho tiempo. Le falta la medalla individual e irá a por ella; mejor puesta en forma que conquistar Wimbledon se antoja difícil.

La duda que nos queda con Serena Williams es: ¿qué habría sido de esta mujer de haberse tomado el tenis más en serio? ¿tendría 30 Grand Slam en lugar de 14? ¿estaríamos hablando de la mejor jugadora de la historia? Nadie la sabe. Probablemente el encanto de las Williams también sea eso; quizás si jugarán más, las tenistas se acoplarían más también a su tipo de juego; quién pierde más, también pierde imagen y ya da más miedo; las jugadoras se enfrentan con más miedo a Serena que a Azarenka, pese a que ésta última encadenó 20 victorias seguidas, pero el halo que rodea a las Williams les hace diferentes y eso también es así por las dosis tan reducidas que hemos visto de ellas. Aún así, es incierto aquello que dicen de que Serena se centra poco en el tenis; que es excéntrica y que el tenis no es lo principal en su vida muchas veces es totalmente cierto, pero una actitud diferente en este sentido no tiene por qué garantizar mejor resultados; decía hoy Lepchenko, su compañera de Copa Federación, que había estado con Serena antes del torneo y que había hecho tres entrenamientos y tres sesiones de gimnasio en el mismo día. Hoy, creo, es digno valorar también su esfuerzo y todo lo que ha hecho por el tenis femenino. Aunque peculiar, es Serena Williams y es historia del tenis femenino; para lo bueno y para lo malo; quizás muchas veces nos ha servido de 'villano' pero hoy es el día para darnos cuenta que en ella también está el 'héroe'.

Para cerrar este artículo valorar el brutal nivel visto hoy en la mágica central de Wimbledon. Un partido en tres fases que nos permitió ver lo mejor de cada jugadora, especialmente cuando Agnieszka supone subir el listón. La polaca es joven y si continúa con esta progresión se alzará con varios títulos de Grand Slam, está casi preparada y lo que le falta sólo lo encontrará a base de carácter y experiencias como la de hoy. Serena, veterana, es un buen perfume del que se nos van acabando las gotas y que aunque muy peculiar debemos disfrutar de él porque sin duda, para lo bueno y para lo malo, se echará de menos por las pistas cuando decida retirarse.

Un gran partido que sirve de bandera al tenis femenino actual. Que sirve de respuesta a tantas críticas y quejas. Una señora final de muchos quilates y gran interés. Gracias Agnieszka por tu paso al frente en Wimbledon, sin duda disfrutaremos mucho más de ti; y gracias Serena por tu trabajo y tu esfuerzo en este Wimbledon, una versión histórica que recordaremos (creo que es justo reconocer que estamos ante la mejor sacadora de todos los tiempos). Que esta bandera izada hoy siga dando frutos en la WTA, que las pistas se llenen por todo el mundo como hoy ocurrió en Londres y que el tenis femenino, por méritos propios, recupere su importante lugar dentro de la élite del deporte mundial.